—¿Y Sana?
—En la comisaría. Jeongyeon y un par de agentes se han quedado con ella. —Jihyo atraviesa velozmente el diminuto pasillo del departamento de Scott Harper, siguiendo a Nayeon hasta entrar al dormitorio.
Una escena macabra y sangrienta la recibe nada más cruzar el umbral de la puerta. Imperturbable como siempre, Jihyo se ubica a un lado de la cama y observa en silencio el cuerpo sin vida de Scott. Tiene un disparo en el cráneo y múltiples contusiones por el cuerpo. La sangre a su alrededor ha sido absorbida por las sábanas blancas y hay salpicaduras en la pared que caen en hileras rojas.
—Usaron esa almohada como silenciador. Eso explica que ningún vecino oyera el disparo —informa Nayeon a sus espaldas.
Jihyo rápidamente estudia las plumas, originalmente blancas, esparcidas por todas partes como manchas de tinta roja sobre una almohada con un agujero del diámetro de una bala.
—Trató de defenderse —señala Jihyo, estudiando las marcas violáceas en el rostro y el torso descubierto de Scott.
—Me temo que debo diferir, inspectora. —La doctora Chou aparece en la habitación, con sus habituales guantes de látex, el portafolios bajo el brazo y su sonrisa de sabelotodo—. Esas heridas no se las hizo peleando. Yo diría que son similares a las de un taser. ¿Y ve estas marcas en sus muñecas? Tienen la forma de cuerdas o algún objeto parecido, y creo que hicieron muy bien su trabajo de imposibilitar la movilidad y la circulación.
Jihyo se cruza de brazos, procesando las palabras.
—¿Lo ataron?
—Y lo torturaron —finaliza Tzuyu, dando una mirada apenada de soslayo al cadáver—. ¿Tiene alguna relación con el caso de Hajime Endo o debería estudiarlo como uno aparte?
—Todo indica que está relacionado. El problema es que aún no sabemos cómo o por qué. —Jihyo nota la frustración revolviendo sus tripas—. De cualquier modo, seguiremos investigando. Si encuentra algo más, por favor, comuníqueselo a las detectives de inmediato.
—A la orden, inspectora. —Tzuyu le da una última sonrisa y se aleja para intercambiar opiniones con los técnicos.
Jihyo también decide abandonar la escena y salir de la casa para facilitar el trabajo al equipo técnico. Nayeon sale detrás de ella y la mira desbordando esperanza. Claramente necesita indicaciones milagrosas de la mente versada de Jihyo, pero lastimosamente es una de esas ocasiones en las que se siente perdida en un laberinto.
—¿Cuál es el siguiente paso? —pregunta Nayeon, aún esperando que Jihyo tuviera una carta bajo la manga.
Pero ella no la tiene. Su cabeza es un libro de cromos en blanco, inservible, totalmente vacío a excepción de sus problemas en casa con Annabeth y su madre, el lío emocional que la está enredado a Sana y la presión creada por su capitán.
Jihyo se frota la sien, tratando de pensar más allá de todo eso. No alcanzó el puesto de inspectora más joven y brillante a base de autocompasión y distracciones. Su ingenio siempre la ha ayudado y lo necesita una vez más para salvar a Sana y brindarle paz y justicia a Hajime Endo y a su familia.
—Aún nos quedan los correos de la asistente de Sana. Jeongyeon los está revisando, tal vez deberías volver a la comisaría y ayudarla con eso. —Su voz suena casi tan cansada como su mente.
—¿De verdad crees que encontraremos algo ahí?
—No lo sé, pero es lo que tenemos.
Jihyo se niega a aceptar que en realidad es lo único que tienen. Sin la contribución de Harper en el caso, prácticamente han vuelto al punto de inicio. Aunque Jackson les diera una lista de posibles sospechosos salidos de la Academia Militar, ya no tienen forma de relacionarlo porque Scott Harper ya no puede contarles la conexión o siquiera darles un nombre.
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Amar y proteger ➳ Sahyo
FanficSu ex novia está de vuelta y la inspectora de homicidios, Park Jihyo, tendrá que olvidar su pasado juntas y ser profesional. El problema es que Sana no parece entender el concepto y continúa acercándose demasiado. Alternativamente, donde Jihyo debe...