Capitulo 1

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Zoey


-Salta. ¿O acaso tienes miedo?- pregunto Lucas riendo.


-¿De caer por treinta pisos y estrellarme? Si, bastante.- respondí mirando al agujero entre ambos edificios.


El plan: Saltar del edificio de al lado al club nocturno de moda que abre hoy, solo gente muy exclusiva puede ir el día de estreno y no somos de esa gente.


-Salta, rápido.- insistió Nash.


-No pienso salt...


Lucas estiro sus brazos y me tiro hacia el otro lado. Por un segundo me solté de su agarre y casi caigo los treinta pisos pero volvió a sujetarme con sus fuertes brazos hasta dejarme en el piso de la azotea del club.


-Lucas Doblas juro que uno de estos días voy a matarte...- empece y el rió.


-Cuando quieras, princesa.


Gruñí y mire al agujero otra vez. Si caía ahí hubiera muerto.


-Andando, Bonnie esta en la barra con las identificaciones falsas.- anuncio Nash y tiro de mi brazo para empezar a correr.


En estos seis meses tuve mas adrenalina que en toda mi vida, todos los fines de semana son un peligro diferente, el anterior fue una pelea de boxeo entre Lucas y otro chico, el anterior a ese una fiesta hasta las 7 am y el anterior a ese colarnos en la madrugada en la escuela para cambiar las boletas de calificaciones.


¿Es mucho pedir un poquito de paz?


Empezamos a bajar unas escaleras de pésima calidad y casi me desmayo al ver como se movían los escalones.


-Zoey, no te vas a caer.- me garantizo Lucas por segunda vez.


Pare de bajar y me sostuve de la precaria baranda.


-¿Como lo sabes?


-No se, pero si te caes te haré un altar en la puerta del baño de la escuela.


Eso logro quitarme una pequeña risita.


-Andando, ya te calmaste.- dijo el y siguió bajando.


Me vi obligada a seguirle el ritmo a ambos suicidas.


Llegamos hasta la puerta trasera del club y Nash la pateo para que entremos. ¿Por que patearla? Supongo que es una de esas "costumbres de bad boys" que nunca entenderé.


Entramos al lugar y la luz tenue fue perfecta para mis ojos, hay humo, y una leve atmósfera caliente. Ademas del olor a cigarrillo, pero a diferencia de los demás clubes que conocí no había olor a alcohol.

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