Cuando Steve se estrelló en el hielo espero encontrar su final, aceptando su destino con la frente en alto y sin dudarlo. Cuando despertó en esa camilla de hospital estaba desubicado, completamente confundido y asustado. Pero lo que realmente lo dej...
Me disculpo por la tardanza, es que he estado ocupado con mis clases y tareas en el instituto. Ya esté 29 de Julio terminó mi primer semestre y tendré dos semanas de vacaciones que aprovecharé en actualizar con más frecuencia. Trataré de publicar uno o dos capítulos más en estas semanastambién aunque no puedo asegurar nada.
En este capítulo hay una pequeña conexión con los Guardianes de la Galaxia.
A Steve le estaba gustando esto. Llevaban una hora en la feria y todo hasta ahora había sido bastante entretenido, sintiendo como sus pensamientos y pesares desaparecían constantemente cada vez que Nat tiraba de su brazo hacia otro de los juegos y atracciones del lugar.
- No creo que esto sea buena idea. - dijo con duda en su tono.
- ¡Vamos abuelo! - exclamó la pelirroja. - ¿Tienes miedo acaso? - sonrió con maldad y burla.
Eso no le gustó para nada.
- Claro que no. - respondió con seriedad. Tomó con firmeza el martillo, lo alzó sobre su cabeza y lo estrelló.
¡Golpeó la campana tan fuerte que se sorprendió de que no se rompiera!
- ¡Tenemos un ganador! - exclamó el dueño de la atracción, quien era un señor mayor con unas gafas oscuras, una gorra con las letras MVEL y un bigote gracioso. Él se acercó a su estante de premios y tomó un enorme peluche del Águila Americana.
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- ¡Aquí tiene joven! - dijo el señor mientras le entregaba el peluche. - Para su hermosa novia.
Steve se sonrojo. - N-No, se equivoca, nosotros somos...
Natasha lo interrumpió y tomó el peluche de sus manos, volviéndose hacia el amable señor y sonriendole. - Lo que está tratando de decir es que solo somos amigos, pero gracias por decir que nos vemos bien juntos señor.
- Oh lo entiendo y disculpa, es que yo también fui joven y siempre traía a las chicas a la feria para ganarles algun regalo. - se rió él. - Y no me digas señor, que me hace sentir viejo, soy Stan Lee.
- Gracias entonces, Stan Lee. - respondió ella mientras tomaba la mano de Steve y lo alejaba de ahí antes de que pudiera decir algo al respecto. (¡Por qué te fuiste Stan Lee! 😭😭😭😭😭)
Caminaron uno al lado del otro por la feria en un cómodo silencio. Steve tenía las manos metidas en los bolsillos y una mirada pensativa en sus rasgos. Miró a su alrededor como si estuviera recordando partes de su pasado y Natasha se mordió la lengua para no entrometerse.
Steve murmuró por lo bajo sobre el precio de una de las camisetas del 4 de Julio que compró y la pelirroja se rió por eso. El rubio insistió en que no le importaba pagarla, era el aumento significativo en los precios lo que lo hacía sentir un poco menos feliz por su salida.
