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—¡Seungmin si llegamos tarde será tu culpa!

Nueve de la mañana del jueves, casi fin de semana. El equipo se estaba alistando para ir a un evento que fueron invitados, una marca que era socio de la empresa donde trabajaban. Sería sólo una promoción por lo que era más fácil de hacer pero la encargada del evento, de último minuto, puso a la lista una sesión de autógrafos.

Se cumplió una semana del último enfrentamiento y donde Jisung conoció a su próximo cuñado.

Las cosas a partir de ese día fueron mejores que las anteriores, los chicos se divertían y ensayaban una y otra vez, la convivencia era más amena pero sólo que ahora había un infiltrado en ella.

Kento pasaba por la casa en las mañanas y se iba al iniciar el ensayo, el tenía un grandioso deber de hacer que su hermanito pase vergüenza delante del omega. Era el encargado de contar las anécdotas más chistosas y penosas, logrando que el alfa se avergonzaba a cada cinco minutos.

Algo normal de un hermano mayor.

Y, debes en cuando, hablaba con Jisung para saber si era el indicado para su hermano, Minho podía pintarlo de muchas cosas pero era diferente si el lo conocía.

Alguien podía jurar amarte y estar mintiendo, contigo puede ser uno para envolverte mientras que con otros es el verdadero él.

Su hermano había sufrido una pérdida, no sabía cómo sobrevivió pero lo hizo. No quería volver a revivir las noches de consuelos, no quería verlo caer, no otra vez.

Las noches en esa casa fueron agotadores y dolorosos.

—¿Es necesario la firma de autógrafos?—preguntaron, cansados.

El evento estaba por acabar y los chicos sólo querían regresar a su casa para descansar lo que era correspondido. Estaban exhaustos, iban de un lugar a otro hablando con las personas y dando su mejor cara para que el sponsor este de buen humor y satisfecho con su trabajo.

Todos ya se encontraban tomando su merecido descanso del día, aunque era por pocos minutos. Algunos estaban comiendo algunas barras nutritivas para aguantar el hambre, unos tirados en el sofá y otros les estaban retocando el maquillaje.

—No siento los pies—. Se quejaba el omega, dejando que el beta lo siga arreglando.

—Vamos chicos, sólo nos queda una hora y tendremos el resto del día libre.

—Chan, deja de ser optimista, eres el único que la está pasando bien aquí.

El alfa lo vio mal—. ¡¿Pasarla bien?! Tuve que aguantar a la encargada de esto. No es ofensa, pero su voz chillona me cansó en la primera conversación.— se tiro en el sofá—, le importaba muy poco que estuviera ocupado.

—Y casado— completó Kim.

Y fue percibido por todo el grupo. La chica era, para Jisung, alguien que sólo buscaba atención masculina y sobre todo de alfas con aura fuerte.

Al leer por internet se pudo enterar que la denominaban como la omega perfecta: sumisa, tímida y voz chillona. Sobre todo linda, de buena familia y de buen aspecto.

Aspecto de afuera porque según personas, que terminaban siendo tachados como "mentirosos", hablaron del trato que brindaba la omega con ellos y no era nada bueno, era horrible.

Linda por fuera pero víbora por dentro.

Queriendo salirse con la suya y estar con quien quisiera sin importarle su estado civil.

—Seungmin, pásame mi celular, por favor— pidió Lee.

Cuando iba a entregarle el objeto la puerta fue tocada y abierta, dándole paso a la omega mencionada.

It all started in that Arcade. || MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora