Que no se te olvide votar
🌟
___________________________//Miercoles//
//4 días para el baile Hetero-Gay//Gray
El comienzo de mi miércoles fue totalmente normal. Me levanté gracias a mi despertador como de costumbre justo a las 7:00am, sabiendo que tenía media hora para salir. Me cepillé los dientes por 3 minutos o más(como recomendó Mark), usé enjuague bucal y me limpie con hilo de dientes, me duché, vestí, peiné mi ondulado e insufrible cabello negro, disfruté de mi delicioso desayuno con calma, luego me volví a cepillar, usar enjuague bucal e hilo dental.
Al revisar mi bolsa de provisiones (Mentoxics) me di cuenta de algo.
>>Me quedan muy pocos<<pensé al ver los 14 Mentoxics en mis manos. Normalmente compro suficientes para que me duren todo el año del instituto. Pero al parecer mis cálculos no fueron correctos esta vez.
O tal vez si eran correctos, ya que éste último año estuve tragando Mentoxics como desquiciado.
Me decidí. En la tarde iré a la tienda a comprar más Mentoxics.
Fui al instituto, hablé con Pito (Cris estaba en sus últimas prácticas con el equipo). Molly fue a su última clase especial de Turismo, no sabía que estaba en esa clase especial. Pito y Dorothy se fueron a clases de carpintería. Yo como no me anoté nunca en ninguna clase especial me pasaba una hora holgazaneando debajo del árbol detrás de los salones de música clásica. Aunque admito que hace tiempo que no iba a recostarme bajo ese árbol. Desde que llegó Molly he tenido mucho que hacer y pensar.
En todo el día no tuve contacto con Cris o Molly, lo cual me parece perfecto teniendo en cuenta que ayer se enteraron (mis amigos y aproximadamente 700 personas en el estadio) de que tuve sexo con la Hermana de Pito.
No me preocupa Cris, creo que ella se lo tomará bien. Pero me preocupa lo que Molly pueda pensar.
Es estúpido, pero cierto.
Pasó una hora y Pito fue a buscarme al árbol para que fuéramos a almorzar. nos reunimos en la misma mesa. Sólo los dos. Hace tiempo que no hablábamos a solas.
—Aquí tienes cariño —dijo la cocinera al entregarle su plato de lasaña personalmente a la mesa. (yo tuve que buscar el mío personalmente) —Disfrútalo cariño —le dijo sonriente a Pito. Pito le dio las gracias con una sonrisa y la cocinera se fue.
>>Nunca me pude ganar a esa vieja gorda<<pensé.
Siempre quise que me tomara cariño para poder pedirle doble ración los martes de bufritos. Pero pedir doble ración solo es un privilegio que se podría permitir Pito.
Como sea.
Pito se quedó con sus manos a los lados de su plato, mirándolo fijamente, como grabando la imagen de esa grasosa lasaña en sus neuronas.
—Gray... —dijo seriamente.
—Que pasa —respondí sin mucho ánimo.
—Éste es... Ésta .... Ésta lasaña es... — Juro que casi comenzó a llorar. Tuvo que contenerse —Es la última... ¿Entiendes lo que eso significa? —me miró con los ojos agüados.
ESTÁS LEYENDO
La Chica De Mi Trauma
Ficção Adolescente¿Te apesta la boca? Gray siempre ha sido un chico callado, especialmente con las chicas. Pero su silencio no es una elección; es una barrera que levantó después de un beso que debería haber sido mágico. Cuando era niño, besó a la niña de sus sueños...