Tan pronto término de acomodarse la ropa salió al campo a entrenar.
El clima de Londres lo odiaba, cuando no estaba lloviendo, estaba nublado. Como extraña los 40 grados de Córdoba, las tardes que pasaba tomando mates bajo la sombra o a orillas del río con los vagos de la cuadra.
Hoy gracias al ser todopoderoso el sol se digno a salir, lamentablemente el frío le ganó por goleada.
Elevando la mirada al cielo le dedicó la puteada más suave que se le puede ocurrir a un argentino de bien. No tenía nada en su contra, salvó el insignificante detalle de que se estaba destiñendo.
Su momento de conexión con la naturaleza se vio interrumpido cuando cierto coreano juguetón se colgó de su espalda como un koala y lo envolvió con las piernas.
Una gran sonrisa se plasmó en la cara del cordobés, Heungmin le hacía cosquillas en el cuello al restregar su nariz con la excusa de que le gustaba el perfume.
– ¿alguien se levantó cariñoso?
– ¿no me extrañaste?
– cada segundo amor mío– admitió Cristian en tono burlón–.
Sus compañeros de equipos fueron llegando de apoco al entrenamiento mientras ellos seguían jugando lo más tranquilo.
Recién con la llegada del DT Cristián pellizco a Son para que se bajará y este se dignó a obedecer.El calentamiento fue casi lo mismo, ellos dos molestandose entre si, chocandose a propósito y en el menor descuidó tenias los brazos de Heungmin colgado del cuello del argentino.
Las caricias furtivas era un juego muy peligroso en la que ninguno quería parar. La costumbre de sentir la piel del otro se volvió una necesidad difícil de explicar.
Todos eran testigos de los abrazos prolongados que se daban en cualquier momento ya sea en un partido o en un encuentro casual que tenían con el grupo de compañeros.
La complicidad que compartían en una simple mirada o en un pequeño gestó no se veía todos los días. Cristian lo cuidaba como si fuera suyo y Heungmin hacia exactamente lo mismo.
El problema radicaba en que el delantero mantenía una relación de hace años con una coreana, en la cual la prensa hablaba de una futura boda. Claro que ese pensamiento en el pasado estuvo claro desde un principió sin embargó con la llegada de Romero cualquier idea racional se destabilizó.
Son no se veía casado y mucho menos teniendo una vida en Corea, sin embargó la presión lo llevó a cometer varios errores. Uno de ellos ha planear una reunión de amigos para pedirle matrimonio a su novia.
Esa misma noche la tranquila casa de Son se vió invadida con la llegada de sus amigos cercanos del Tottenham y las amigas de su pareja.
Sumido en sus propios pensamientos ignoró lo que sucedía a su alrededor, ni siquiera se había tomado la molestia de comprar el anillo.
El turno que tenía reservado en una de las joyerías exclusivas de Londres lo utilizó en un regalo para otra persona ignorando el objetivo principal.No se dió cuanta lo tensó que estába hasta que sintió los dedos de Cuti acariciando su nuca, un suspiro de alivió se escapó de su boca provocando la risa del contrario.
– me asustas boludo ¿te sentís bién?.
Unos cuantos pares de ojos lo observan con curiosidad ¿en que momento se sentó? ¿Como término casi encima de las piernas del cordobés?.
No podía comportarse así, Hana no se lo merecía. Si bien esta relacion comenzó como un mutuo acuerdo el la respetaba mucho, tanto que cada vez se le dificultaba corresponder a los deseos que mantenía la joven de intimar.
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El amante
Random"A pesar de saber que estaba todo mal Lo continuamos hasta juntos terminar Cuando caímos en lo que estaba pasando Te seguí besando y fue"...