13- Nombre

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Habia pasado dos semanas, Crista estaba más tranquila, pasaba todo el dia dentro del taller haciendo su vestido, James la acompañaba y la ayudaba en cosas pequeñas.

Michael aparecía de vez en cuando, que Crista estuviese en el hotel le habia favorecido, iba al burdel y llevaba mujeres a la casa sin problemas.

James por su parte, sentía que su relación con ella no avanzaba, por más que lo intentara, ella no lo dejaba.

Habia llegado la noche y James por fin volvía de una reunión de negocios.
-Señor, que bueno verle, quiere que le lleve la cena a su cuarto?

Hazel le ayudó a quitarse el abrigo y este negó.
-No. Ire a darme una ducha y bajaré.

La mujer asintió y mientras James caminaba hasta el elevador, ella olió el abrigo.
-Mujer, si el señor te ve, te mata.

Olga le quitó el abrigo y Hazel se enojó.
-Es lo único que puedo hacer, jamas me mirará como lo hago yo.
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James iba en dirección a su cuatro cuando escuchó ruido en el taller, miró su reloj y eran más de las 12 de la noche, se extrañó y fue a ver.
Tocó la puerta.
-Crista eres tu?

Se escuchó un ruido dentro.
-Pasa...

James entró y vio a Crista con el vestido puesto.

-Disculpa, pero necesito tu ayuda, no me lo puedo sacar.

James tenía una mezcla de emociones.
Estaba triste al verla con un vestido para un matrimonio que no sería con él. Pero por otro lado estaba feliz, Crista se veía hermosa.
Cerró la puerta y se acercó a ella.

Crista se volteó para que James le desabrochara, este la tomó de los hombros y la giró.
-Que...

-No te cases.

James la miraba con tristeza.
-Por favor, no te cases... escapa conmigo, podemos irnos del país con tus padres, no tendrás que preocuparte por el dinero ni por Michael, no nos molestará. Vente conmigo.

La joven cerró los ojos y miró al suelo.
-No puedo... no lo entiendes.

James la soltó, pasó de la pena a la rabia en menos de un segundo.
-Que mierda, quien te crees que eres, te he rogado dos veces para que te vayas conmigo, sabes que a mi lado serás más feliz que con él, tendrás más lujos, más protección pero ¿aun así me rechazas? Si fueras cualquier otra ya te habría degollado!

James se fue del taller antes de que ella le respondiera.

Fue a su cuarto y se sentó en el sofa enojado.
-Que hice... ahora si me va a odiar.

Se tomaba de los cabellos preocupado y desesperado hasta que alguien llamo a la puerta.
-Dije que bajaría por la cena!

Crista abrió la puerta y la cerró tras de sí.

James al verla se levantó de golpe mientras se peinaba, se aclaró la gtaganta y acomodó su corbata.
-Crista, yo...em... disculpa...

La chica se acercó a el a paso firme y este cerró los ojos, esperaba que ella le pagase sin embargo no ocurrió. Abrió un ojo y vio a Crista con la cabeza gacha y las manos empuñadas.
-Estas bien?

Crista suspiró, le tomó el rostro y lo besó.

James estaba impactado, tanto que se quedó quieto. Crista se separó de él.
-James yo...

El hombre reaccionó y la volvió a besar.
Por primera vez Crista se dejo llevar por lo que sentía.

James la tomó de la cintura y la llevó poco a poco hasta su cama donde la recostó con mucho cuidado.

Crista le quitó la corbata y le desabotono la camisa.
James por su parte intentó quitarle el vestido pero el cierre estaba atascado. Sacó su navaja y cortó el vestido, no le importaba nada.

Crista rio y le volvio a besar.
Cuando por fin James habia cortado todo el vesriso, lo tiró al suelo. Miró a Crista, tenia varias cucatrices de cortes en su abdomen.

La chica notó que las estaba viendo e intentó taparlas.
-No, no te tapes. Eres hermosa.

James besó cada una de las cicatrices mientras acariciaba las piernas de Crista.
Le quitó el sujetador y subió lamiendo todo su cuerpo.

Crista cerró los ojos e intentaba no gemir tan alto.
James sonrió al ver que hacia ese esfuerzo, la volvió a besar y tocó la entrepierna de la chica sobre la ripa interior.

Como un acto reflejo, ella cerró sus piernas, tomó el brazo de James con ambas manos tratando de detenerlo, algo que le pareció muy tierno.
-James...

El joven sonrió.
-Me encargaré de que gimas mi nombre por todas las veces que evitaste decirlo.

-Me encargaré de que gimas mi nombre por todas las veces que evitaste decirlo

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Our Past  (James Patrick March)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora