❻ 𝐋𝐨𝐬 𝐂𝐥𝐚𝐧𝐞𝐬: 𝐄𝐥 𝐕𝐢𝐚𝐣𝐞 𝐡𝐚𝐜𝐢𝐚 𝐈𝐧𝐝𝐢𝐠𝐨

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En el gran vestíbulo se intercambiaban opiniones acerca del trágico suceso. Algunas comentaban sobre el extraño hombre que se lo llevó a Darien, si acaso él sería un nuevo enemigo, otras estaban preguntándose acerca del poder que tenía el príncipe Atlas, pero Haruka no hizo gesto alguno en ningúna conversación que oía, limitándose a quedarse en silencio mirando el suelo, no deseaba ser partícipe de los rumores de su fracaso. Leila la observaba intensamente sin saber que hacer ni qué decir, entendía que sin importar lo que dijera, Uranus no iba a dejar de sentirse culposa, y ella también empezaba a estarlo. Habían luchado muy vagamente con aquel sujeto mientras reían y bromeaban, y en un segundo, él fué capaz de llevarse a su príncipe sin tener que preocuparse por ellas. Ninguna quería hacer comentarios al respecto acerca de cómo fué posible que frente sus narices él haya escapado tan fácilmente sin un rasguño, por lo que Neptune se había encargado de dar algunas explicaciones, omitiendo la negligencia del dúo, después de que Uranus se haya responsabilizado de dar a conocer la noticia. Cuando Pacífica confirmó que se trataba de su hermano de la familia real de Atlantis, las jóvenes pararon de hacer preguntas.

Shaoran y Yue estaban incómodamente parados lejos del grupo de chicas.

Del otro lado de la habitación se discutía a voz baja acerca de ellos, las muchachas de vez en cuando echaban ojeadas furtivas hacía allá donde estaban ambos, los veían tan diferentes y a la vez tan parecidos a aquellos seres queridos que provenían de las constelaciones. Pero no se atrevían a creer que realmente se trataba de ellos; por cómo estaban vestidos, por cómo observaban cautelosamente todo, por como sus cabellos cortos ya no tenían ese brillo especial, y sus ojos llenos de dudas azotaban sus rostros incrédulos.

— Ellos no recuerdan nada, por lo que nosotras tampoco debemos presionarlos — Aclaró con voz calmada. Le devolvieron una sonrisa y una mirada compasiva.

El rostro de Serena estaba intranquilo, su preocupación crecía a tal grado de que deseaba preguntarle con sinceridad acerca de sus sentimientos.

Serena:— Leila…— Pero solamente susurró su nombre, perdiéndose en un suspiro cargado de su pena.

Las demás solo pudieron concordar con ella y lo que les pedía.

Lita:— ¡Esta bien Leila, haremos lo que tú digas! — Animadamente aceptó, contagiando esa energía a sus amigas cuyos rostros estaban empezando a decaer.

Rei:— No pensábamos insistirles de todas formas — Dejó salir una pequeña sonrisa.

Junto con Tsukino, habían otras muchachas inquietas con los acontecimientos que no podían mostrarse igual de optimistas.

Mina:— ¿Significa que no han despertado todavía? Aún así fueron capaces de activar los poderes que poseían en su vida anterior. —

Ami: — Si aún no son conscientes de ello, ¿puede tratarse de una reacción biológica causada por el peligro? — Parecía un enigma que se planteó a sí misma, en cuanto terminó la pregunta, se puso sus lentes para consultar su laptop.

Mina:— ¿Qué quieres decir? —

Ami:— En simples palabras, aunque ellos mismos hayan desconocido la existencia de sus propios poderes hasta ahora, es posible que hayan sido activados naturalmente porque Leila haya estado expuesta al peligro y no por haber recuperado sus memorias. — Aclaró, aún teniendo su atención sobre los datos que arrojaba el aparato mientras tecleaba con precisión.

Cyrille:— Eso tiene mucho sentido — Así era, pues el trabajo de un guía estelar era más que sólo lecciones, mantener a salvo a las estrellas era lo primordial. Pero los guías estelares habían desaparecido, simples humanos se habían vuelto, y ahora ninguno podía reconocer su naturaleza. Leila comprendía esto mejor que nadie.

In the Name of the Sun (Sailor Sun) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora