(Saga Sailor Star Constellation)
Leila Tanok es la nueva guerrera llamada Sailor Sun que luchará en nombre de la justicia a la par de Sailor Moon. Mientras intenta acostumbrarse a esta identidad, se enfrentará a un imperio oculto en las profundidade...
Estaba flotando a la deriva en el mar, el océano estaba llamando, las olas eran salvajes y una tormenta en el cielo se alzaba con rayos eléctricos de colores. Al sumergirse, pudo ver claramente una ciudad viva y gigante, oía una música, un solo conjunto de notas que se repetían. Siguió la delicada voz del vasto océano hasta la catedral de la ciudad, donde había una perla blanca brillante y hermosa, la tenía una figura femenina al fondo del agua. Sus cabellos se movían lentamente, parecía una diosa, brillaba con el poder de la perla. Pero la ciudad entera comenzó a temblar, la mujer alzó la vista, mirándola directamente a los ojos, sus iris eran dos joyas resplandecientes.
"Encuéntrame en el corazón del océano, enterrada en el fondo de la Tierra está Atlantis, la ciudad perdida...."
Su mano intentó alcanzarla, pero una fuerza la empujó fuera de aquella visión, como si la corriente se la llevara lejos. Veía a la ciudad alejarse de ella y la mujer se desvaneció.
Abrió los ojos de golpe, estaba nerviosa, como si hubiera presenciado un mensaje importante...
Ahora se encontraba en el departamento de Haruka. Su habitación era bastante minimalista, y de tonos beige claros y oscuros. Tenía la mente nublada, sentía la cabeza pesada, pero las sensaciones todavía quedaban dentro de su cuerpo, prensadas sobre su piel. Se movió incómodamente bajo las sábanas, y enseguida distinguió el cuerpo desnudo de la rubia a su lado, temió haberla despertado al verla girarse. Su cabello estaba revuelto, y a la tenue luz del sol de la mañana cobraba un tono dorado, debajo de unos cuantos mechones brillantes se alzaban sus ojos, parecían dos zafiros.
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Haruka:- ¿Fue una pesadilla?- Preguntó tras un bostezo, tenía tono muy relajado, sus ojos seguían cansados por lo que los cerró varias veces.
- No - Contestó segura. - Era hermoso -.
Haruka:- Entonces, ¿sobre qué era?. - Sus manos acariciaron su pelo, calmando su ansiedad, pero su mente no lograba revivir con exactitud aquello que la perturbó en su sueño.
Imágenes vagas de un cuerpo de agua se asomaban por sus pensamientos, el líquido celestino se movía con desesperación, oía el ruido de las olas salvajes aparecer estrepitosamente por unos breves instantes antes de borrarse.
- No lo recuerdo claramente... Pero era una mujer - Dijo intentando recuperar la imagen de aquella diosa sumergida en el fondo del mar.
Haruka:- ¿Una mujer? - Con curiosidad, levantó una ceja. Pudo ver en sus ojos como se alarmaba - ¿Y qué hacía una mujer en tus sueños? - Dijo incorporándose, se puso dura de repente. Su mirada era amenazante, claramente estaba disgustada. Podía sentir la tensión de su cuerpo con solo ese gesto de su rostro.
Apartó la vista de ella a un punto distante en los rincones del cuarto, necesitaba pensar.
- Ella era parte de él... del océano. - Quería explicar lo que había visto, pero a cada minuto que pasaba despierta, más detalles se le escurrían de la memoria. Deseaba alcanzar esos fragmentos borrosos y unirlos para armar el rompecabezas.
