In the Name of the Sun (Sailor Sun)

❽ 𝐋𝐨𝐬 𝐂𝐥𝐚𝐧𝐞𝐬: 𝐀𝐭𝐫𝐚𝐩𝐚𝐝𝐚 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐂𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 𝐎𝐬𝐜𝐮𝐫𝐚

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El fuego se expandía a lo largo de las casas tradicionales de estilo minka. El suave césped de verde esmeralda ahora danzaba entre secas flores marchitas consumidas por el calor, tomando un color cobre y oscuro, dejando un camino de hileras de humo y cenizas aún ardientes. No le costó encontrar a la ninfa petrificada frente al espectáculo flameante, el fuego era vil y despiadado, parecía moverse como una serpiente roja y grande que abría su boca para comerlo todo. Un monstruo salido del tridente seguramente. Una magia antigua había sido invocada para amenazarlas, lo sabía muy bien, quien fuera que tuviera el coraje de controlar ese monstruo definitivamente quería acabar con Heiwa-teki. Las palabras dichas en la Junta no significaban nada, las promesas se habían roto, la decepción en sus ojos lo probaba. Pacífica entendió con mucho dolor que tenía pocas personas en quién confiar.

- ¡Hay que evacuar! Saquen a los niños primero! - Dijo Misaki. A continuación elevó su mano, llamando a su transformación estelar, y su traje cubrió su cuerpo como una armadura. En tan solo unos instantes, las demás imitaron el gesto, y se vistieron para la ocasión. Debían luchar.

Pacifica:- Harán peregrinaje hasta el Clan del Índico. - Anunció a las jóvenes para indicarles donde sería el sitio más adecuado para dar el aviso general y conducir a los habitantes. Por suerte, las personas del pacífico no eran impulsivas, y la mayoría podría mantener la calma con algunas cuantas indicaciones. Así fueron encontrándose con grupos de familias y gente perdida, en su mayoria niños y ancianos, para ayudarles a salir de los rincones donde el fuego mágico comenzaba a arrinconarlos.

La serpiente roja se apareció cuando Taurus llevaba a una niña de la mano, a pesar de mostrarse firme y mantener a la pequeña detrás suya, sabía que nada podría hacer para impedir un ataque de la criatura, debido a que el Lazo de la Virtud no tendría efecto sobre el elemento fuego y jamás podría doblegarlo a su merced en un duelo, por ser ella de la constelación de un signo de tierra. Estaba rodeada por las llamas altas y salvajes que calentaban sus mejillas, haciendo que el sudor cayera rápidamente por su rostro, creía que su piel podría quemarse en ese mismo instante y por eso tenía a la niña entre sus brazos, tratando de protegerla del calor mientras lloraba en silencio. Aunque quisiera repeler a la ágil serpiente, no podría lanzar un ataque sin arriesgar sus vidas.

Sagittarius:- ¡Estrella de Fuego! ¡Flecha de Fénix!- Una llamarada intensa de colores claros rompió con el circuito que trazaba la serpiente y ésta dejó salir un grito - ¡Tus llamas oscuras no podrán detenerme Serpiente de mal!- Antes de que la criatura se desvaneciera entre el fuego, las llamaradas soltaron chispas iridiscentes antes de volverse más dóciles. El círculo de fuego encantado ahora solo era una hilera fina y pequeña por la cual Taurus pudo saltar sin problema. Ambas tenían las caras manchadas de las cenizas grises y cubiertas en sudor.

Pacífica:- Ha tenido que venir por la voluntad del Tridente...- Susurró con gran decepción en su mirada. Sailor Sun la seguía atentamente caminando a su lado.

Orion:-¿Sospechas de tu propio padre?- preguntó asombrada.

Pacífica:- Sí. Este debe de ser mi castigo - Declaró con tristeza en su voz mientras agachaba la cabeza.

- No creo que haya sido él únicamente... - Los ojos de Leila se encaminaron hacia el joven principe que venía paseando por el predio acercándose, tenía un andar extremadamente tranquilo. Le sostenía la mirada con recelo, las luces de las chispas de fuego ardían en sus iris como si las tornaran de un fuerte ámbar oscuro, y una sonrisa de diversión se asomó por sus labios.

Orion:- ¿Qué está haciendo él aquí?-

Pacífica:- Yo di la alerta. Indigo también vino a ayudar - Se volteó en frente de ellas antes de dirigirse a su hermano - Todos quienes han venido aquí quieren ayudarnos.