11

205 25 3
                                    

—¿Cómo les va en la escuela? — Preguntó la mujer. Christopher, como había predicho, no podía hacer más que, sentirse nervioso e incómodo frente a Noemi. La madre de Zabdiel, los moraba como si los evaluara y buscara el momento adecuado para atacarlos, como un animal a su presa.

Pensaba que cuando cometiera cualquier error: todo se iría a la mierda. Tenía que actuar normal en esa cena. No dejar ganar a sus nervios y fingir que todo estaba bien.

—Bien, no tengo las mejores calificaciones del salón, pero son decentes. Es decir, no me quejo: mamá no me presiona; pero eso no quiere decir que no me importan.

—Ya veo, me parece bien, la educación es importante, pero... ¿por qué estás tan nervioso? — Noemi sonrió de forma astuta — No voy a comerte.

—No, para nada, no estoy incómodo; es solo que tengo un poco de frío — Respondió Vélez, esperando que ella le cayera: parecía que no.

Zabdiel pasó un brazo detrás de la espalda de Christopher, sorprendiendo al mayor.

—Vayamos a mi cuarto, te prestaré algo abrigado. Para la noche aquí, es tarde para que regreses a casa.

—¿Aquí? — Preguntó Vélez.

—Claro — Zabdiel sonrió al responder, como si hablara de algo obvio — Ni que fuera la primera vez que dormimos juntos — El rizado le guiñó el ojo de forma coqueta.

—Eso fue antes de que tu madre supiera de lo nuestro — le dijo. Tratando de no delatarse así mismo, ni frente a la madre; ni frente a Zabdiel.

Dormir juntos, en realidad sonaba obsceno en esa escena. Se avergonzaba de sólo pensarlo.

—No se molesten por mí — declaró la mujer. Era obvio que sólo les seguía la corriente, en realidad, ella seguía sin creer en su relación.

—Gracias madre — Zabdiel miró a Christopher a los ojos, y volvió a mostrar, una sonrisa cuadrada que enmarcaba sus blancos y alineados dientes — Ves. No hay ningún problema. Mamá está de acuerdo.

El más joven, dirigió su mano derecha a la barbilla de Christopher y se acercó para darle un ligero beso. Toda acción frente a su madre.

Se apartó y sonrío de nuevo, esta vez, sin mostrar los dientes. Luego lo besó de nuevo, y esta vez, Christopher fue más participativo. Tal vez la presión de Noemi o, tal vez, por sus propios deseos.

Cuando la mujer tosió de forma incomoda; ambos se apartaron. Tenían las mejillas calientes y sonrojadas. Ni siquiera era la primera vez que se besaban.

✧.*

Hasta yo me emocioné con este capítulo.

Cualquier error con la historia no duden en avisar, se los agradecería mucho.

¡Gracias por leer! 💙

¿A los cuántos besos dejamos de ser amigos? [Chrisdiel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora