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Christopher se dejó caer en su cama siendo recibido por la suavidad del colchón seguía perplejo por la confesión de Zabdiel.

Zabdiel lo ama, no había forma de que hubiese imaginado las palabras de su amigo. Debió preguntar si había escuchado bien, pero algunos de sus compañeros terminaron encontrándolos y asustados de que volvieran a pelear se llevaron a Zabdiel a empujones.

Pero definitivamente había dicho que lo amaba, no había sido una broma. ¿Pero por qué lo amaba?

Zabdiel nunca había dado indicios que era gay o bisexual, al menos hasta antes de ser novios. Entre más pensaba, más confundido estaba, pero lo peor eran, los desenfrenados latidos de su corazón que parecían no querer detenerse.

No quería admitirlo, pero la confesión de Zabdiel lo había hecho más feliz de lo que hubiera imaginado. También amaba al rizado, no había tenido el suficiente coraje para decirlo y había sido su amigo y novio de mentiras quien había dado el primer paso.

Christopher quería que la noche acabara tan rápido para decirle a Zabdiel que lo amaba. Que su corazón estaba loco de amor por él.

Una llamada lo distrajo de sus pensamientos, cuando miro el teléfono vio el nombre de Zabdiel y sin pensarlo dos veces contestó.

—Te amo Zabdiel, también te amo — Dijo apresuradamente escuchando una risita burlona al otro lado de la línea.

—Eso me hace muy feliz, quiero verte.

—Yo también — respondió.

—Entonces ven a abrirme la puerta.

—Oh por dios, estas aquí afuera. Es demasiado tarde, tu mamá va a enojarse.

—Ella puede enojarse todo lo que pueda, y sí, estoy aquí afuera y hace un poco de frío, déjame entrar por favor.

Christopher colgó, bajo de la cama y descalzo se apresuró a encontrarse con Zabdiel, cuando abrió, sin pensarlo dos veces se lanzó a abrazar al rizado, quiero lo recibió con ganas y apretó el cuerpo de Vélez en sus brazos. El delgado cuerpo de Christopher estaba cálido entre sus brazos, ambos aferrados dieron una vuelta, balanceándose de un lado a otro.

—Creo que soy el tipo más feliz del mundo.

—Yo también Chris, soy muy feliz estando a tu lado.

—Siento que me muero de la vergüenza, estamos siendo demasiado cursis.

—Lo sé, pero es el tipo de cosas que dicen en las películas y nunca creía que algún día las diría.

Zabdiel se carcajeo con ganas.

—Yo tampoco.

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Cualquier error en la historia no duden en avisarme para corregirlo de inmediato y proporcionarles una mejor lectura ^^

Gracias por leer 💜



¿A los cuántos besos dejamos de ser amigos? [Chrisdiel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora