Perseguida Por Drácula, la Historia De Valloleth Winston.

ROMULO Y REMO

Habían pasado un par de días, tan solo dos y por una gran casualidad del destino no nos habíamos cruzado con los greco, ellos se mantenían alejados y solo los había visto una sola vez cuando salieron en su forma lobuna por el bosque, los licántropos eran sigilosos cuando así lo deseaban, sabía que muy por dentro les molestaba estar bajo nuestra protección y en nuestras tierras, en nuestro territorio.

Últimamente he pensado en la posibilidad de quizá asesinarlos y mejor quitarnos un peso de encima, pero algo me decía que Leonardo y su clan sabían más de aquello que ocultaba Drácula en roma, aquello que alguna vez me interesó más de lo normal. La similitud de lo que ellos atravesaban al quedarse desamparados no era muy diferente a la nuestra, pero ni siquiera por eso podía sentir compasión o dolor por ellos, simplemente la presencia de ellos me estorbaba y el agradecimiento que sentía a Florencia por haber salvado a Vanesa y a mi aquella ocasión en que los lobos nos atacaron se había esfumado.

- Lo cierto es que ya no hay vampiros en la zona, y quizá tendremos que mudarnos.- dijo Kenway entrando por la puerta principal, había salido al pueblo un par de horas para saber noticias o novedades, ciertamente Kenway era el más apto para todo eso, se le daba el manipular a las personas y a su vez pasar desapercibido, como lo había mencionado alguna vez él era un hombre de mundo que sabía relacionarse muy bien, el vampiro indicado para mantenernos informados de que pasaba allá afuera.

- Explícate.- pidió Velkan mientras prendía un poco el fuego de la chimenea con ayuda de Nicusor.

- Los vampiros de la zona, los pocos que quedaban, se han marchado, inexplicablemente.- dijo él.

- Yo no diría que de manera inexplicable.- dijo Leonardo tomando parte en esta conversación desde el otro extremo de la sala de estar, parecía que se había dejado la barba un poco más, pero eso no le quitaba lo atractivo, pero de inmediato deseche mi idea por pensar de manera no coherente de él. La primera aparición de Leonardo después de dos días y medio sin dirigirnos la palabra.

- Vaya, bienvenido de nuevo.- dijo Velkan.- Por favor toma asiento.- le pidió a lo que Leonardo negó.

- No puedo quedarme sentado cuando las cosas están muy tensas por acá últimamente, lo que me sorprende es que no tengan cautela sobre esto.- dijo el

- ¿Cautela?.- preguntó Flavio quien miraba por la ventana.

- Drácula convocó a todos los vampiros de la región, de esta región, al parecer hay una batalla en roma.-

- ¿Porqué nos tendría que preocupar una batalla ajena a nosotros?.- dijo Velkan soltando una sonrisa al final.

- Por el simple hecho que no hay contra quien pelear, Drácula ya no tiene enemigos en escocia, más que yo y mi clan y los vampiros que estaban en la última batalla.- no pude evitar mirar con cara de horror a mi hermano Razvan quien solo abrió los ojos un tanto... ¿asustado?

- Forman un ejército para pelear con nosotros.- dije.

- Saben de nuestra existencia?.- preguntó Vanesa asustada.

- Quizá no de quien se trata pero sí que hay un clan de vampiros grande, que pelean del equipo contrario.- Maldición.

El hecho de que Drácula ya nos tenga en la mira nos ponía en peligro, pero el hecho de que una vez que supiera de quienes se trataba significaba una sola cosa, nuestra extinción total.

- Entonces tienen que irse, estar con ustedes nos condena.- pidió Nicusor.

- No, ya estamos condenados, así que nos vendría bien un par de manos extra por si vienen vampiros a atacarnos.- le dije a Nicusor, tratando que mi voz no reflejara el miedo que me invadía en este momento.