DE VUELTA AL INFIERNO PARTE 2

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POV LEOANRDO

Me dirigí a la mesa de aperitivos, había de todo servido, carne fresca, pan, de todas las frutas exóticas que solo a Drácula se le ocurriera, y vino, sangre y casi nula agua, lo que venía buscando. Extrañamente no quería beber, no tanto.

- Te juro que si encuentro a Amara, la asesinaré.- dijo Nicoleta detrás mío, cuando empezó a tomar un par de bocados y los metía a su boca.

-Lastima, se acaba de ir.- le dije sin ánimos, mirando todo el baile, todo el panorama que se desarrollaba delante de mis ojos , había perdido de vista a Flavio, pero eso no me preocupaba, confiaba en sus capacidades, el lugar estaba más lleno que cualquier otra festividad, licántropos bebían y reían, vampiros hablaban y bebían vino fino.

- Me encontré a dos vampiros del clan Madaki.- me dijo Nicoleta cuando por fin pudo hablar después de pasarse el bocado..- Juraría que ellos no eran aliados de aquí.- confesó.

- Nosotros tampoco y aquí estamos.- le recordé.

- Mira nada más, lo que las festividades han traído.- habló con emoción un vampiro regordete, y con copa en mano, de nula cabellera pero asquerosamente rico, el vampiro más rico dueño de oro.

- Juraría que estabas muerto.- me burlé. El solo negó con la cabeza restándole importancia.

- se necesita más que esos vampiros Eslavos para acabar con este gordo.- se rió.- Pero que belleza, ¡pero que mujer!.., Nicolia Gretco, bella come sempre e calma come il mare.- dijo el besando su mano.

- Felice di vederti.- le saludó mi hermana.

- Me alegra que aún les guste el italiano!.- dijo animado para después acercarse a nosotros cauteloso.- Leonardo, Dobbiamo parlare.- me murmuró no dejando de sonreír, miré a Nicoleta quien entendió de inmediato y asintió.

- Un gusto verte, Angelo.- dijo mi hermana para extenderle su mano y el la besara delicadamente, en gesto amable, jamás en tono seductor, mi hermana pasó a retirarse y seguir saludando personas del lugar, algunos se extrañaban y otros no tanto, pues muchos aun no sabían que no estábamos aún más con la orden de Drácula, los rumores que corrían era que queríamos independizarnos por fuera de roma, y Drácula nos asignó un lugar ahí para que cuidáranos la entrada a sus tierras, nada podía estar más alejado de la triste realidad.

- ¿Me acompañas al jardín?.- pidió.

Caminamos entre el tumulto de vampiros y licántropos, extrañamente no había ningún humano por acá, o por lo menos que lo haya olido aun, salimos al jardín trasero, estaba más despejado que el de frente pero sin duda había uno que otro vampiro bebiendo vino y disfrutando de la luna.

- He visto cosas, Leonardo.- me dijo el ya una vez alejados de la multitud.-

- ¿Cosas?.- dije restándole importancia.

- Recién llegué de tierras lejanas, ahí hay más oro del que te puedas imaginar.- me informó.- Pero no es el oro lo que me ha dejado anonado.- confesó y después pensó unos segundos para después beber de su copa.- He visto a Drácula por allá, en varias ocasiones, si no mal recuerdo tres, y todas en el mismo lugar.-

- Drácula siempre va a tierras lejanas.- le reste importancia.

- Si, si mio amico, pero se reúne con la misma persona siempre una y otra vez, una mujer de cabello oscuro, María.- murmuro más cerca.- María lleva dos años muerta, Leonardo!, y cada vez que termina de hablar con ella, le borra la memoria, después de asesinarla... después vuelve, la revive y así pasa una y otra vez, quello è disumano!.-

Perseguida Por Drácula, la Historia De Valloleth Winston.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora