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Disclaimer: los personajes de SnK no me pertenecen, son propiedad de Hajime Isayama.

Advertencia: lenguaje vulgar, lime. AU.

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Alma dinamita
Uno.
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La noche era cálida y estrellada cuando llegaron al hotel. El edificio de estilo clásico tenía una fachada elegante y una entrada iluminada por suaves farolas. La castaña, sintiéndose nerviosa y emocionada, se acercó a la recepción con él a su lado.

— Mis llaves, por favor —dijo Ame con una sonrisa nerviosa, mientras entregaba su reserva a la amable recepcionista—. Habitación treinta y uno.

Mantuvo su mirada serena mientras su acompañante recibía sus llaves. Con las llaves en mano, Ame lo condujo a hacia el ascensor. Durante el breve trayecto, la tensión entre ellos era palpable. Sentían la emoción del coqueteo y la incertidumbre de lo desconocido.

Al llegar al piso de la habitación, la mujer abrió la puerta con una mezcla de nerviosismo y anticipación. La habitación estaba iluminada por una lámpara de pie en una esquina y por el resplandor de la ciudad que se filtraba por la ventana.

— Adelante —invitó Ame, dando un paso hacia la habitación.

Entró, y una vez dentro, la puerta se cerró suavemente detrás de ellos. La habitación estaba impregnada de la fragancia de las pinturas y el suave aroma del perfume de la más alta.

Los nervios y la excitación seguían palpando en el aire mientras se miraban intensamente, sintiendo la química que los unía. Sin decir una palabra, Ame se acercó lentamente, tomando su rostro con delicadeza entre sus manos. Sus ojos se encontraron en un instante, y el mundo pareció detenerse a su alrededor.

Con un suspiro tembloroso, se inclinó hacia adelante, cerrando la distancia entre ellos, y sus labios finalmente se encontraron en un beso apasionado. Fue un beso lleno de anhelo y deseo. Ella respondió al beso con intensidad, entregándose a la magia del momento. Sus brazos rodearon la estrecha cintura de la castaña, atrayéndola aún más cerca, mientras se perdían en la dulzura del encuentro.

Los latidos del corazón de ambos resonaban en sus oídos mientras se besaban con pasión, como si el tiempo se hubiera detenido en ese pequeño rincón del universo que solo pertenecía a ellos.

Con un gesto gentil, deslizó sus dedos por la espalda de Ame, encontrando la cremallera que sujetaba el vestido. Lentamente tiró del cierre, permitiendo que el vestido se deslizara suavemente por los hombros de la mujer. Mientras lo hacía, sus labios acariciaron su cuello, mordiendo suavemente la piel. Ella suspiró suavemente, buscando el cinturón en su pantalón para deshacerse de él. Una vez que el vestido cayó al suelo, se detuvo a admirar el bronceado cuerpo de la castaña, jugando ligeramente con el bretel negro de su sostén de encaje.

Guió a Ame hacia la cama, donde continuaron explorándose con besos tiernos y caricias suaves. Deslizó su mano en el interior de sus muslos, presionando ligeramente mientras su boca exploraba la piel expuesta con calma. Rozó con la yema de su dedo la intimidad de su acompañante y la sintió estremecerse bajo su cuerpo.
Mientras el mundo continuaba girando fuera de esa habitación, se entregaron al deseo y a la promesa de un encuentro inolvidable.

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Abandonó la habitación del hotel poco antes del amanecer, con la cabeza llena de pensamientos sobre el encuentro con aquella desconocida del bar. Sin embargo, su tranquilidad se vio interrumpida cuando revisó su teléfono, había alrededor de veinte mensajes de Petra y unas cinco llamadas perdidas; un mensaje de Mike, su roomie; y otro de su mejor amigo, Erwin, fue el único que abrió.

Alma dinamita |LeviHan|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora