Ya empezaba a oscurecer, cuando el teléfono sonó insistentemente en casa de los Inu- Higurashi. Desde la cocina, Kagome gritó por ayuda, esperando que su esposo acudiera rápidamente para contestar, ya que ella estaba ocupada preparando la cena... pero nada. Los niños, que corrían por la casa, casi la hicieron trastabillar cuando alcanzó el aparato.
"Hola, casa de los Higurashi?..." preguntó, apoyando el auricular contra su hombro para secarse las manos en el delantal.
"Kagome, pásame a Inuyasha..." Era Sesshoumaru, con una voz tan lúgubre que la perturbó por unos segundos.
"Cómo estás, Sesshoumaru... Yo estoy muy bien, gracias por preguntar..."
"Por favor, no tengo tiempo para esto" le respondió él, irritado y muy poco empático. "Dile que se ponga al teléfono"
"¿Pasó algo?... ¿Cómo se encuentra Rin? Se ha sentido mal últimamente con lo del embarazo?"
"Solo dile que lo espero donde él ya sabe" dijo, en un suspiro que reflejaba su hastío, y luego cortó.
Kagome se quedó con la boca abierta y el auricular en la mano.
"Pero ¿qué le pasa a este?" se dijo a sí misma, frunciendo mucho el ceño y colgando el aparato. "¡INUYASHAAA, VEEEN!" gritó con fuerza, llamando al mitad demonio.
En eso, se abrió la puerta del baño, tras escucharse el ruido de la cadena, y apareció Inuyasha con expresión cansada y soñolienta.
"Mm... ¿Qué pasó ahora, Kagome?" le preguntó, soltando un largo bostezo.
"Acaba de llamar tu hermano, diciendo que fueras a reunirte con él donde tú ya sabes, o algo así. Estaba de un humor..."
"Pero, pero... ya es de noche y tengo mucho sueño" balbuceó el mitad demonio, mirándose la prenda afranelada de dos piezas que llevaba como pijamas.
"Pues me pareció que era algo serio. No sé, tal vez las cosas no andan muy bien entre Rin y él"
"¿Cómo lo sabes?" le preguntó, volviendo a bostezar y a desperezarse. "¿Te dijo algo?"
"Claro que no. Te estoy diciendo que me da esa sensación porque su tono de voz no era el de siempre. Tú sabes, tan seguro y frío todo el tiempo" respondió ella, acariciándose la barbilla en un gesto pensativo.
"Ah, pero qué flojera. A veces preferiría no haber hecho las paces con él cuando se pone así... Da tanta lata" gruñó el mitad demonio.
"Inuyasha, debes ir a ayudarlo. Es tu hermano..."
"Sí, pero también es verdad que tú eres mi esposa y que estás a punto de alimentar a tu hombre" le dijo sonriente, abriendo después la boca para señalarse la garganta con el dedo índice.
"¡Qué galante!" replicó ella con ironía. "Pero sabes que lo primero es más importante. Total, puedes comer cuando vuelvas de reunirte con él. Te dejaré todo listo en el horno"
"¿Comer... después?" repitió, como si fuera un autómata. "No quiero... Además, tendría que darme un baño y volver a vestirme. Eso sí que me da flojera"
"¡Pues es exactamente lo que vas a hacer!" le gritó Kagome, empujándolo de vuelta al baño. "Además, hoy te quedaste todo el día en cama, con la excusa de que terminó la obra, ¿no? Te hará bien tomar algo de aire y sentirte limpio y fresco"
"Es cierto que terminó... ¡Te lo juro!"
"Sí, sí, te creo, pero ahora date un baño POR FAVOR"
"No me grites, ya voy" y, antes de que se diera cuenta, ya estaba dentro del baño otra vez.
Tras darse una breve ducha, procurando no mojarse ni las orejas ni el cabello, que recogió en un moño alto, al estilo renacentista, se vistió de manera casual en tiempo record: una camisa, con el primer botón del cuello desabrochado, unos jeans y zapatillas. Se despidió de Kagome con un beso, se puso su chaqueta de cotelé marrón, los guantes y el casco y se subió a la moto, un modelo anticuado que logró comprar como una ganga y en el que llevó a su esposa de viaje de bodas.
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Mi RIN
Romancees de lo que mas me encantó me encanta y además usan a una rin de 17 años Esta historia no es de mi autoría así que os dejo el link del creador así que disfruten : https://www.fanfiction.net/s/3804607/1/Hambre-de-ti