Plumas azules.

Capitulo 5: Moda

Eleonor, había comenzado a subir sus trabajos hace unos meses, miro con deleite un vestido lleno de brillo estilo victoriano en medio de un turbio jardín, dejo un corazón y miro el atuendo que tenia que usar para la seción de ese día, una simple blusa blanca con olanes, una falda de mezclilla tableada, una boina y algunos accesorios, sabía que tipo estilo manejaba la marca de Gabriel Agreste desde el principio, pero aún así no pudo evitar sentirse decepcionada, eran tan perfectos, tan pulcros, tan sin alma, no había ningún concepto, ningún arriesgue, era simplemente ropa bien hecha.

Tocaron a su puerta y con un "adelante" las chicas encargadas de peinado y maquillaje entraron en acción. El resultado fue simple, se veía linda por supuesto pero como siempre a lo largo de sus proyectos solo se reducía a eso. Suspiro pensando en el lado bueno, la paga era muy buena y tal vez algún día podría modelar cosas que realmente le gustaran.
Cuando salió de su camarote pudo ver a Adrien, llevaba un conjunto que hacía juego con el de ella, se veía lindo.

— ¿Lista? — pregunto Adrien, (Tn) asintió — estoy emocionado jamás había trabajado con alguien más, en algo profesional.

(Tn) anoto mentalmente otro punto sobre lo turbio que era  Gabriel Agreste hasta ahora su lista era:

• Aislar a su hijo después del incidente de su esposa.

• Gran capacidad de incomodar el ambiente con su sola presencia.

• Que sus Intenciones se redujeran a verlo por su tableta.

• Que su hijo fuera prácticamente el único modelo de su marca.

Ambos se dirigieron en medio del estudio para comenzar la seción, (Tn) apago todo interes a su alrededor y se concentró simplemente en posar.

Terminaron sin contratiempos en el horario predicho dejándolos con la tarde libre.

—¿Quieres ir a pasear? — preguntó (Tn), aunque sabía la respuesta.

— Lo siento tengo que estar en casa al final de esta seción — dijo triste — ya deben estar esperándome.

— Vale — dijo palmeando su espalda — sera en otra ocasión..

Salió del estudió viendo como un arbusto se movía y pudo notar una coleta azabache.
Fue hacía esa dirección justo para ver a Marinett con unos binoculares intentando escapar.

— Hola — dijo con las manos a la espalda — ¿Estas bien?

— ¿Yo? ¡Si! de lujo — dijo poniéndose de pie y sacudiéndose — Veo que acabaron su trabajo.

— Acabamos de terminar, Adrien ya se fue — dijo señalando el estudió, la chica se puso roja y comenzó a balbucear cosas que sonaban a "¿porqué creerías que quiero ver a Adrien? solo pasaba por aquí y caí en el arbusto".

(Tn) no discutió, había notado rápidamente que esa chica tenía un enamoramiento por Adrien, un enamoramiento peculiar y un poco obsesivo, pero no parecía ser peligrosa y sobre todo Adrien no parecía molesto o incómodo por lo que lo dejó pasar.

— Como sea — dijo saliendo del arbusto — ¿Qué tal te la has pasado?

— Bien, a sido apenas una semana pero todos han sido muy amables — dijo sonriendo y comenzando a caminar junto con Marinette — es agradable poder salir cuando quiera (sin tener que escapar) y e podido ir integrando cosas en mi closet.

— Eso es genial — apoyó Marinette — ahora que lo mencionas tú ropa es algo distinta a los primeros días.

Era cierto, la ropa que usaba comúnmente era con estampados pero casual, algo que verías en una revista de adolescentes, a lo largo de sus escapadas con Eleonor habían visitado pasarelas amateurs con ropa fascinante que compraba al terminar los eventos, tenía una segunda cuenta de Instagram donde seguía a los modistas que realmente le gustaban y compraba de vez en cuando, eso tuvo como resultado el tener otro closet casi lleno con ropa que no utilizaba gracias a la dirección de imágen que su padre le daba, pero ahora su padre no estaba ahí y estaría ocupado con el escandalo de su engaño descubierto junto con el divorcio para preocuparse por ella, así que había comenzado a usar aquella ropa poco a poco.
Ahora usaba un vestido vino, con brillos hasta la rodilla, un corset y unas botas estilo militar con un gran tacón, no era lo más revolucionario que tenía pero era un comienzo.