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Que TaeHyung se despertará temprano era habitual, aunque no le gustará, después de todo hace dos años que ve clases desde temprano en la mañana. Sin embargo, lo que definitivamente no era habitual en él, era verlo metido en la cocina y preparando comida por su cuenta.

Tzuyu detuvo su andar y miro a TaeHyung con confusión, se supone que el sale más temprano que ella, miro su reloj de muñeca y alzó las cejas sorprendida.

— ¿Todo bien? — Tuvo que preguntar, TaeHyung cabeceó sin mirarla, Tzuyu noto que llenaba un termo con algo caliente. — Tae, perdiste la primera clase.

— Lo sé.

La menor bufó y terminó por acercarse completamente.

— ¿Cómo que lo sé? — Cuestióno. — ¿No vienes?

El mayor por fin se giro y negó, su ceño fruncido y mueca de disgusto le causaron curiosidad a Tzu.

— YoonGi hyung enfermó, iré a verlo a su casa.

Ah, por supuesto.

Tzuyu soltó una risa y no insistió, en su lugar, dejo un beso en la mejilla de su hermano y salió de la casa, ya se le estaba haciendo tarde a ella. 

TaeHyung regresó a lo suyo, termino de empacar algo de comida y las bebidas calientes, también preparo poco café y lo metió todo a su mochila. Salió casi corriendo y tomo el primer autobús que, afortunadamente, pasaba por la casa de su mayor.

YoonGi no era una persona que se enfermara fácilmente, tenía unas defensas increíbles. Por ello no era extraño verlo caminar con tranquilidad bajo la lluvia o exponerse a grandes cantidades de calor. Y ese, era su problema.

Min YoonGi se creía un ser inmortal. Entonces, cuando enfermaba, era lo más próximo a la muerte, según él. El mínimo rastro de gripe le robaba toda la energía y le hacía caer casi en inconsciencia. TaeHyung lo sabía de sobra y por ello estaba tan preocupado. Consciente de que la mamá del mayor, solo por el hecho de tener veinticuatro, ya no le brindaría ningún tipo de cuidado.

Saludo  con una venía rápida a la señora Min cuando está le abrió la puerta, cruzaron un par de palabras y finalmente subió a la habitación de YoonGi. Dió dos golpes pero no espero un permiso o algún tipo de respuesta, entró rápidamente.

No se dió cuenta de que mantenía sus labios apretados en una línea, ni de la rapidez con la que había subido hasta que estuvo quieto y se obligó a respirar.

— Para tu desgracia, no me voy a morir, TaeHyung.

Y cuando escucho la ronca voz de YoonGi, el menor cayó en cuenta de varias cosas. Había corrido para llegar ahí, había cocinado de prisa para otra persona que no era él, ver a YoonGi con una sonrisa rozando entre el cariño y la burla le hacía latir el corazón con fuerza y sonrojar sus mejillas y, por último, nadie que estuviera enfermó podría sonar tan bien.

TaeHyung se tomó unos segundos para ubicarse y calmar su acelerado corazón. Suspiro un par de veces y mordió sus labios. Finalmente, después de varios intentos, cerro la puerta tras el y se acercó a la cama del mayor. YoonGi estaba cubierto con las cobijas hasta el mentón, su cabello negro estaba amarrado en una desordenada coleta para que no tapara su rostro, TaeHyung se sentó a su lado y le miro con una mueca llena de preocupación.

— Estás sudando. — Susurro para el mismo. Llevo su mano a la frente del mayor, ignorando intencionalmente el como YoonGi cerro los ojos al sentir su tacto. — Estás caliente, ¿Porqué no te desarropas un poco?

YoonGi no sé molestó en abrir los ojos. — Tengo mucho frío, TaeHyung-ah.

El menor asintio y suspiro quitándose la mochila y poniéndola en sus piernas. YoonGi lo miro al dejar de sentir su mano sobre él, observo cómo, con concentración, TaeHyung sacaba una cajetilla de pastillas y una botella de agua. Se sentó cuando TaeHyung le miró.

— Toma ésto, Tzuyu enferma mucho y siempre toma ésto, te ayudará. — Murmuro en voz baja mientras se los ofrecía, YoonGi los recibió y tomó en silencio, cuestionandose internamente el porque TaeHyung se veía tan cohibido y tímido con él. Continuó viendo como TaeHyung sacaba dos termos y unos paquetes de comida. Elevó las cejas con sorpresa al ver que desocupo su mochila.

— ¿No volverás a tus clases? — TaeHyung negó sin mirarlo. — ¿Tae?

— Me quedaré a cuidarte hoy, si mejoras para lo noche, entonces me iré, Hyung. — Murmuró rápidamente, YoonGi sonrió porqué podía ver sus mejillas sonrojadas.

— ¿En verdad? — Habló después de tomarse la pasta y dejar la botella en la mesita de noche. — Eso es muy lindo, TaeHyungie.

El menor bufó y YoonGi sólo pudo soltar una risa, no pensó demasiado al llevar una de sus manos al cabello castaño de TaeHyung, acaricio un poco apreciando la mandíbula tensa del menor, relamio sus labios con una sonrisa suave en ellos.

— Entonces, ¿Te tendré todo el día?

TaeHyung se giró a verlo, con pánico.

— Una t-tarde de mejores amigos. — Se apresuró a responder.

YoonGi soltó una carcajada de inmediato y asintio con una sonrisa. — Por supuesto, ¿De que más sería?

El menor suspiro y asintio, mirándolo con pena y una muy notoria vergüenza. Estaba demasiado nervioso y sabía que estaba siendo muy obvio. No podía ni quería permitir que las cosas se pusieran extrañas entre los dos, por supuesto, seguía dispuesto a saber que sentía exactamente por YoonGi, pero no tenía prisa.

Con ojos nerviosos busco la mirada de YoonGi, sonrió cuando la encontró y descubrió que ya estaba sobre él. Se acercó y empujó un poco al mayor, haciéndose un campo al lado suyo. Cuando se sentó a su lado, se cubrió con las cobijas y se giro a ver a YoonGi.

— Aun es temprano, Hyung, ¿Dormimos? — Cuestióno en medio de un bostezó, sonrió cuando YoonGi lo hizo.

— Enfermaras TaeHyungie. — La voz dulce del mayor le estremeció e hizo sentir cálido, soltó una risa y se encogió de hombros, luciendo adorable a los ojos de YoonGi.

— Esta bien Hyung, sirve y faltó unos días, además, si enfermó se que tú me cuidarias también.

YoonGi no lo dudo antes de asentir, lo que hizo sonreír a TaeHyung satisfecho. El menor fue el primero en acostarse, extendiendo su brazo y dándose un golpecito, indicándole a YoonGi que apoyará su cabeza sobre él. El mayor obedeció de inmediato y se acurrucó a su cuerpo de forma sutil, sin ser muy evasivo. No era la primera vez que dormían juntos, pero si la primera desde que TaeHyung se sentía especialmente extraño respecto a su sentir, por lo qué dormir juntos, era algo demasiado íntimo desde esa perspectiva.

Eso sí, no dejaba de ser reconfortante.

TaeHyung empezó a acariciar su cabello hasta que finalmente ambos cayeron dormidos. Fue cerca del medio día donde Taehyung despertó de nuevo. ¿Lo primero que vió? El sonrojado rostro de YoonGi cerca del suyo, debido a que estaba acostado sobre su pecho.

Se asustó por la cercanía, su corazón regreso a latir con fuerza y sus mejillas se pintaron de carmín inmediatamente, sin embargo, no sé quitó. Con su mano libre tocó la frente del mayor, suspirando con alivio cuando no sintió la piel caliente bajo su tacto. Se quedó observando un rato al mayor.

A la forma en la que sus abundantes y gruesas pestañas caían sobre sus mejillas rellenitas y sonrojadas, o el como ese adorable puchero se remarcaba en sus labios al dormir. Incluso la forma y abundancia de sus cejas le parecían atractivas. ¿Su nariz? Por todas las lunas, la amaba. No importa si era de forma romántica, enamorado o no, TaeHyung creía firmemente en que YoonGi poseía las facciones más adorables del mundo, y lo mejor, que seguía siendo tan varonil.

Después de unos segundos, siendo consciente de la hora, TaeHyung decidió despertar al mayor. Lo removió un poco, sonriendo con ternura cuando le vio abrir los ojitos y mirarle desorientado con el puchero aún en sus labios. Por impulsó le apretó la mejilla y le sonrió aún más grande. Con cuidado retiro su brazo de debajo del mayor y se levantó. Volvió a taparlo con las cobijas y le miró.

— Tú mamá ya debio irse, preparare comida para ambos, Hyung. — Murmuró, YoonGi bostezo, luchando para que sus ojos no cedieran al sueño y se cerrarán. TaeHyung sonrió notandolo y negó, divertido. — Está bien, vuelve a dormir Yoon, traeré la comida cuando esté lista.

YoonGi no tuvo la oportunidad de asentir cuando sus ojos se cerraron y regreso a dormir. TaeHyung reviso su temperatura una vez más y salió de la habitación, tenía que recalentar algunas cosas que ya había hecho en casa, pero también cocinar otras para darle algo saludable y completo. Se llevó una hora completa en tener todo listo y servir la mesa, sonrió satisfecho, olía delicioso y, aunque seguramente YoonGi no pudiera olerlo debido a la congestión, también lucía igual.

Dejo todo listo y regreso a la habitación. YoonGi seguía durmiendo así qué, con algo de pesar, le sacudio un poco buscando despertarlo. Volvió a sonreír con ternura al ver los ojitos desorientados del mayor abrirse. Le dió unos minutos para que pudiera ubicarse bien y prestarle atención, entonces habló.

— Ven Hyung, ya hay comida lista.

Pero YoonGi negó con un pronunciado puchero y sus cejas fruncidas, un berrinche influenciado por el sueño y el desaliento del resfriado.

— ¿Puedes traerlo aqui? Por favor, TaeHyungie. No tengo energía. — Pidió abriendo un poco más sus ojitos.

Realmente lo pensó, negarse a YoonGi siempre había sido especialmente difícil, sin embargo, está vez negó.

— Te hará bien estirar un poco los músculos, Yoon, vamos. Te ayudó.

El menor soltó una carcajada cuando YoonGi perdió todo gesto intencionalmente adorable de su rostro y bufó quitándose las cobijas de encima. Tal como dijo, TaeHyung le tendió la mano y le ayudo a levantarse.

Si... Pero su intención era solo ayudarle a parar, YoonGi no pensó lo mismo, pues apretó su mano con fuerza y no la soltó, cuando TaeHyung le miro con duda, YoonGi sonrió y murmuró un : — No siento mis piernas, es para no caerme.

Tae respondió con una sonrisa nerviosa y asintio, encontrando la cercanía reconfortante y agradable.

Ah, Min YoonGi estaba haciendo estragos en su mente.

Después de un rato, YoonGi se encontraba sonriendo genuinamente feliz después de comer y quedar satisfecho, Tae asintió orgulloso y alegre de que le hubiera gustado al mayor. Para cuando volvieron a la habitación, YoonGi tomo su portátil con pesar y se volvió a meter en la cama. TaeHyung le ofreció otra pastilla y le ayudo a quitarse el buso que tenía puesto, quedando en una camisa sin mangas que le hizo un nudo en la garganta. Se sentó a su lado y le miró.

— ¿Que harás? — Cuestióno.

— Tengo tarea, estoy enfermó pero aún soy funcionalmente responsable. — Respondió tratando de reírse, tociendo en el proceso.

TaeHyung negó y me quito el portátil, poniéndolo en sus piernas.

— Anda, Hyung, siéntate bien. — YoonGi asintió frunciendo el ceño pero haciendo caso de inmediato, pegó su espalda al cabecero de la cama y le miró. TaeHyung sonrió e hizo lo mismo, solamente que se inclinó hacia el, quedando recostado sobre su brazo y parte del pecho. El mayor dió un pequeño salto con sorpresa. — Así puedes ver lo que estoy haciendo. — Explico TaeHyung, concentrado en empezar a abrir archivos. —  Te ayudó y tú solo supervisas, ¿Sí? Así no te esfuerzas tanto. — TaeHyung giro un poco su cabeza para mirarle pues no obtuvo repuesta. — ¿Hyung? ¿Te sientes bien? ¿Te preparo un té? — Cuestióno preocupado.

YoonGi suspiró y acuno su mejilla con la mano que tenía libre. Vió con ilusión como las mejillas de TaeHyung se sonrojaban y sus ojitos se abrían de par en par, mirándole como un cachorrito.

Sonrio antes de besar la mejilla que no cubría su mano, sintió la respiración del castaño acelerarse contra su piel y suspiro contra la suya.

— Eres todo lo que necesito para sentirme bien, TaeHyungie.



euphoria - YoonTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora