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Sinceramente, después de caer en cuenta de lo muy, muy enamorado que estaba de YoonGi y que, ya llevaba muchísimo tiempo sin tenerlo claro, TaeHyung no creía poder aguantar mucho más sin decírselo.

Se estaba ahogando con ese sentimiento mientras lo trataba de contener en su pecho. Ya ni siquiera podía mantener la mirada al mayor sin sentir que podría salir corriendo y darle tres vueltas al campus. Y, honestamente, se empezaba a sentir desesperado.

— Lo que no entiendo es porque no se lo dices, ya sabes que también le gustas. Asi que no le veo ningún problema, estás siendo un idiota infantil. Él también. — Murmuró JiMin mientras el lloriqueaba en los brazos de su hermana, un poco apenado porque Sana, su cuñada, también estaba allí. — Con todo respeto, te amo mucho.

Escucho a Tzuyu bufar. — Sabes que amamos que seas directo, pero ahora no es el momento, Mimi. — Murmuró con voz suave, acariciando los rizos castaños de su hermano, Sana, a su otro costado, asintió, de acuerdo. En un movimiento cuidadoso, ayudó a TaeHyung a sentarse sin alejarlo de su abrazo, le sonrió y utilizó una de sus palmas para limpiar sus lágrimas. — Creo que puedo entenderte un poco, quizás no a ese nivel, pero sé que no es fácil.

TaeHyung suspiró y le miró con atención, llevó su mirada a Sana cuando la de cabellos naranjas soltó una risita.

— Lo siento. Pero Tzu tiene razón, estar juntas realmente no fue tan fácil emocionalmente hablando. — Empezó a contar, sonriendo cuando Tzuyu le sonrió. — Fue difícil admitir que sentíamos algo cuando, antes de ser  novias, fuimos amigas por meses. Toda una osadía, pero finalmente Tzu me lo confesó en una carta. — Suspiró y rodó los ojos. — Después desapareció todo un mes por pena, pero ya ves, estamos juntas porque tú hermana decidió vencer el miedo, a medias, que ambas teníamos.

Los tres presentes soltaron una risa. TaeHyung miró a su hermana cuando sintió un beso en su mejilla.

— Si quieres a YoonGi, habla con él, es muy probable que se sienta igual.

TaeHyung asintió, más calmado y pensativo. La situación le estaba generando un sube y baja emocional que pronto dejaría de poder controlar. — Yo… No sé cómo debería hacerlo.

— ¿Qué? — Cuestionó JiMin.

— Confesarme. — Susurro, volviendo a refugiarse entre el pecho y los brazos de su hermana menor.

JiMin suspiró y agarró su teléfono, duró unos minutos en silencio mientras parecía buscar algo, cuando finalmente lo encontró, sonrió y le enseñó su teléfono a TaeHyung.

— Las diez maneras más auténticas de declarar tu amor.

— Internet nunca miente. — Y con eso, los cuatro jóvenes estuvieron toda la tarde ideando la situación perfecta para que TaeHyung pudiera confesar sus sentimientos a YoonGi y, como estaban tan seguros, el mayor correspondiera de inmediato.

No tenían ninguna duda, sin embargo, al ver a TaeHyung tan nervioso y llorando por la mínima mención del momento, optaron por cuidar del más remoto detalle y estar al tanto de lo que el castaño buscaba y como se sentía al respecto. Es por eso que, buscando la mejor opción, TaeHyung decidió que se declararía tal y como lo hizo su hermana, por una carta, simplemente que no se escondería del mayor por un mes. Tzuyu sería quien se la diera a YoonGi, mientras que TaeHyung faltaría ese día a la universidad y lo evitaba por, al menos, unas horas.

Lo harían el fin de semana, el viernes. Ese día no tenía alguna cosa importante que presentar o a la que asistir, por lo tanto su presencia no era necesaria y no afectaba a su rendimiento académico.

Recién era Martes, así que todavía tenía tiempo para mentalizarse y escribir la carta. Solo tenía que aguantar unos días más al lado de YoonGi sin decir una sola palabra o revelar con sus acciones lo que sentía.

euphoria - YoonTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora