El aire fresco anuncia la pronta llegada de la noche en Corea. Jisung apenas puede pensar y moverse al mismo tiempo. Toma su maleta en una mano y entrelaza la otra con una de Minho dejando que lo guíe entre las personas. Si no estuviera tan adormecido por las ligeras feromonas relajantes que el alfa está liberando para él, sus nervios ya estarían a flor de piel con cada par de ojos posándose sobre ellos.
Desde hace aproximadamente veinticuatro horas que la prensa filtró una foto de Jisung siendo llevado en brazos por Minho durante la boda de Chan y Felix, y ciertamente el internet había explotado con rumores y especulaciones acerca del tipo de relación mantenían.
Muchos aseguraban que él era el misterioso amante del que sus fans sospechaban, otros dudaban de la veracidad de las fotos, y algunos tantos más hacían críticas sobre la apariencia de Jisung ya sean positivas, negativas o rozando en lo cruel.
Jeongin se lo había advertido y también lo había preparado, siempre diciéndole que no le prestara atención a los comentarios maliciosos que saldrían una vez dieran de qué hablar, por esa razón decidió no entrar a sus redes sociales en esos días, era lo mejor para su paz mental, y ahora tiene cosas más importantes en qué pensar.
Ignora lo mejor que puede las cámaras discretas y algunas no tanto que apuntan en su dirección, aseverando el agarre sobre la mano de Minho. Este al notarlo se dedica a pegarse más a Jisung, lanzando miradas asesinas a cualquiera que tenga intenciones de perturbar su paz.
Por suerte Jeongin aparece en su campo de visión cuando salen del aeropuerto, bajándose de la camioneta para abrirle la puerta a Jisung y sacarlo del foco de atención cuanto antes. Si Jeongin notó las feromonas mezcladas y el ligero subtono dulzón no dijo nada, algo que Jisung agradece en silencio.
Minho termina de subir el equipaje antes de sentarse dentro de la camioneta a lado del omega. Jeongin al volante comienza a conducir.
—¿Cómo te sientes, Jisung? —la voz de Minho lo saca del estado en el que lo tenían sus feromonas.
—Bien, gracias. —su actitud tranquila había regresado ya que los efectos del celo terminaron. Minho no lo dice, pero una parte de su ser extraña esa faceta.
—Es bueno verlos de nuevo, espero que pueda descansar un poco durante el camino, joven Han. —en el retrovisor se aprecia la amable sonrisa del alfa peliblanco, algo que le brinda calma extra a su lobo.
Seguramente Jeongin esté al tanto de todo, pero claro, la discreción es una de sus cualidades más notables.
Jisung vuelve a ver hacia la ventana tratando de no pensar mucho en las feromonas contrarias, dentro del auto el alfa tuvo que dejar de perfumarlo con su olor, pero no conforme con eso se pega a él y entrelaza una de sus manos mientras acaricia el dorso con su pulgar.
Jisung no comenta palabra alguna ante el acto. Desde que tuvieron sexo por primera vez Minnho deseaba tener contacto físico con él tanto como pudiera; no importaba si era tocando su pecho o un simple agarre de manos, parecía un chicle siempre tratando de pegarse y tampoco es como si el omega pusiera resistencia alguna.
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Lazo por beneficio » minsung.
RomanceMinho jamás tuvo el deseo de enlazarse con nadie, de hecho disfrutaba mucho ser el alfa libre que era hasta ahora. Sin embargo, cuando estar legítimamente casado representa un requisito para heredar la empresa familiar no tiene otra alternativa más...