CAPITULO 6

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Seokjin tragó duro. Podía ver a Taehyung mirándolo con una combinación de esperanza y vacilación. Los Kim sabían que era gay, pero también sabían que no lo anunciaba. Podría sólo dar un paso atrás y no dirían nada. O podría apartar la incertidumbre ardiendo en los ojos de Taehyung. Una parte de Seokjin le gritaba que apartara cualquier duda que quedara en Taehyung, darle la confirmación que necesitaba.

Otra parte le gritaba a Seokjin que se estaba exponiendo a una batalla perdida. Si perdía a Taehyung, Seokjin no estaba seguro de si sobreviviría. No podía soportar el abismo que podía sentir que crecía entre ellos por su negativa a aceptar todo lo que Taehyung le estaba ofreciendo. Había estado sintiéndolo desde que salieron de su casa. Estaba mezclado con sus propios miedos de perder a Taehyung.

Pero, ¿se atrevería a dar un paso adelante y tomar lo que realmente quería? ¿Podría arriesgarse? ¿Y qué pasaría si no lo hacía? La postura de Taehyung era rígida, Seokjin estaba sorprendido de que el hombre no se partiera en dos. Seokjin sabía que si no hacía algo, iba a perder a Taehyung incluso antes de tenerlo.

—Taehyung, yo... —El corazón de Seokjin dolía mientras el rostro de Taehyung cayó y sus manos se apartaron. —No puedo prometer que vaya a bailar en medio de la calle ondeando una bandera arco iris, pero te dije que lo intentaría y lo dije en serio.

Taehyung todavía se veía reservado, pero asintió. Seokjin dio un paso tentativo adelante y alcanzó la mano de Taehyung. La sorpresa en el rostro de Taehyung seguido por un rápido sonrojo cubriendo sus mejillas bien valía la pena cualquier incomodidad que Seokjin sintiera al salir delante de la familia del hombre. Se inclinó y plantó un pequeño beso en la frente de Taehyung.

—Lo intentaré Tae —susurró—. Lo prometo.

Eso pareció satisfacer a Taehyung por la sonrisa que cruzó sus labios. Seokjin estaba todavía nervioso como el infierno y no tenía ni idea a dónde iba nada de esto, pero si podía poner esa sonrisa llena de alegría en el rostro de Taehyung cada día, sería un hombre feliz.

—Bueno, quién tiene hambre —dijo Ma, rompiendo la tensión de la sala—. Es un poco temprano para comer, pero escuché que el almuerzo es igual de bueno.

Seokjin parpadeó cuando de nuevo se encontró con el bebé en los brazos Taehyung corriendo detrás de Ma para ayudar en la cocina. Bajó la mirada al delicado bebé, temeroso de moverse. Sólo sabía que, si la dejaba caer, Taehyung lo odiaría para siempre.

—Hey chicos —llamó a cualquiera que le escuchara—¿un poco de ayuda aquí?

Pa se rio y le palmeó la espalda. —Lo estás haciendo bien hijo.

—No, en serio. —Seokjin empezó a entrar en pánico cuando todos se alejaron de él y entraron en el comedor.
—No puedo hacer esto. Se me caerá o algo.

—Sí —dijo Hoseok—. No recomendaría eso. Los niños que se caen sobre sus cabezas tienden a gritar mucho.

—Entonces tómala—suplicó Seokjin.

—Noooo —se rio Hoseok mientras se alejaba, uniéndose a los otros en el comedor y dejando a Seokjin solo en el salón con Jisoo.

Justo cuando Seokjin empezó a entrar en modo pánico, Jisoo abrió sus ojos. Unos profundos ojos mieles mirándolo con una completa confianza que rompió el corazón de Seokjin tan rápido como lo había hecho su padre, con un solo parpadeo.

—Hey pequeña —susurró Seokjin suavemente mientras sonreía al bebé. —Mi nombre es Seokjin. Soy un amigo de tu papi.

Jisoo sólo siguió mirándolo, sus ojos parpadeando cada pocos segundos como si intentara decidir si le gustaba que Seokjin la tuviera o no. Seokjin estaba embobado en cuanto a qué hacer con ella. ¿Qué sabía él de bebés?

LA FAMILIA (Libro V)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora