Cuando el imperio de los Jeon callo, Park tomo todo a su paso ,y Jungkook no fue la excepción.
Jungkook termino siendo el juguete favorito de Jimin,lo que parecía solo diversión para Jimin término convirtiéndose en una obsesión.
Nadie podía tocarle...
-¿Que demonios te pasa Jimin? - Jinho le dijo con el ceño fruncido y la mandíbula tensa.
Jimin negó con la cabeza pasando el cuarto tequila por su garganta, que ni siquiera le encontraba sabor a su bebida. Solo seguía tratando de olvidarse del chiquillo que estaba a unos cuantos centímetros de el. No solo el se sentía tenso con la presencia de Jungkook en casa,Jinho y Jihyun también lo estaban. Era el primer omega que pisaba su casa, después de su madre.
Tirándose al sofá sobo sus sienes y el puente de su nariz. Tratando de calmarse, todo lo atribuyo a su estrés y el agitado día que tuvieron los tres. No todos los días se filtraban a una boda y mataban a todos los invitados.
-Es normal, ¿no? la presencia de Jungkook nos tienen tensos a todos - excusó Jihyun aventando un vaso tequilero al suelo.
Jimin por su lado estaba pensado que hacer con Jungkook, el padre de este les debía dinero pero cobrarse con Jungkook no era una opción para ellos. Tal vez hacerlo firmar un poder para que ellos puedan adueñarse de la empresa de Jeon sonaba menos malo.
-Vallamos a un bar, esto apesta.– sugirió Jinho con picardía.
Jimin lo pensó, bueno iba a necesitar una buena mamada para que le bajaran el bulto en sus pantalones.
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Al llegar todo el mundo los recibió bien, le asignaron a los omegas mas hermosos del lugar, además de una sala VIP para ellos tres y las bailarinas.
Estaba acostumbrado a ese tipo de lugares pero hoy no estaba para ver a mujeres desnudarse, solo quería que le hicieran una mamada y quería irse a dormir tranquilo.
Tenía demasiadas cosas en la cabeza como para perderlo viendo show, por lo que se llevo a una de las bailarinas a un cuarto privado.
-Ni hables solo, arrodíllate- ordeno y la omega le obedeció. Jimin era conocido por ser alguien que pierde la paciencia fácilmente.
Aunque trataba de alejar sus preocupaciones no pudo, Jungkook de nuevo apareció en sus pensamientos. ¿Tenía que pensar justo en el? Pues el no ignoro lo bello que es Jungkook, no nadie puede resistirse a la belleza de este hombre.
Era tan hermoso desde la cabeza hasta la punta de los pies. Así solo se pusiera una sabana en la cabeza era hermoso. Su cuerpo era tan pequeño que seria muy fácil de manejara la hora de follar.
Tratando de alejar las fantasías de su cabeza miro a la chica, pero el rostro con el que vio fue el de Jungkook.
Solo con imaginar al omega castaño de esa forma lo hizo venirse sobre el rostro de la chica. Y de nuevo volvió a la realidad, solo era fantasía.
Se acomodo la ropa, Jimin como siempre fue generoso con su pago y salió de ahí.
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