la obsesión de Park 𓍢 ִֶָ jikook

CAPÍTULO┌11┘

Jungkook tomó una corta ducha, y
tomo una pastilla para el dolor de
cabeza que tenía. Se vistió con la
ropa de Jimin la que le quedaba
muy grande para su agrado pero
no tenía ropa en es lugar. Bajo
aprovechando que Jimin y sus
hermanos no estaban en casa para
estirar un poco las piernas, aunque
de toda la casa lo que mas le llamó
la atención fue la cocina, que era
muy amplia y espaciosa. Le gusto el
decorado de todo excepto el tapete

-Que horror-susurro para si
mismo aunque tal decoración
parecía en vano porque la cocina
estaba intacta. Los azulejos
estaban algo empolvados hasta
había telarañas.

Negando con la cabeza puso menos
a la obra.

(...)

La curiosidad de saber que
había en esos USB, encontraron
diferentes cosas en esa casa las que
eran imaginables. Incluso había
una lapida detrás de la pared por
lo que puso su gente a averiguar
de quien era el cadáver y cuanto
tiempo llevaba ahí.

Nada era bueno en ese lugar. Se
llevaron lo que buscaban entre
otras cosas y salieron de ese lugar.

La noche callo mientras iban por
carretera. Jimin por otro lado
estaba algo preocupado por que
Jungkook se quedo solo y aunque había
suficiente seguridad para impedir
que escapara no podía estar
tranquilo. Estaba muy tenso y lo
único que escuchaba era el latir de
su corazón.

Jungkook le estaba moviendo todo en
sus adentros desordenando lo que
con tanto esfuerzo ordeno durante
toda su vida, la presencia de un
omega en su casa tenia tensos a
todos  estaba seguro de eso.

Aunque el lo estaba reservando
en su habitación donde nadie mas
que el pudiera verlo. Aunque eso
sonará Psicópata el y su lobo estaban
de acuerdo en que debían ocultarlo
bajo sus garras sin soltarlo.

Llego a la conclusión que algo ya
no andaba bien, a lo largo del mes
que Jungkook estuvo en su casa no solo
sus impulsos lo traicionan de vez
en cuando teniendo a el castaño de
ojos negros brillantez cerca de el.

-Llegamos, hyung- aviso
Jihyun deteniendo el auto en el
estacionamiento de la casa hasta
que lo apagó.

Jimin agarró la maleta que
venia en el maletero y siguió a
sus hermanos aún perdido en sus
pensamientos. Que eran tan difícil
de ordenar en esos momentos.

No fue hasta que entro al interior
de la casa, que se llevo una gran
sorpresa al ver la casa limpia, como cuando su madre estaba viva aun con ellos. Esa casa era como una casa de
terror desde que la mujer murió, y
ahora era como si estuviera ahí.

-¿Que haces?- pregunto Jinho.

Y un pequeño golpe sordo se
escucho antes de que Jungkook
asomara la cabeza.

-¡Hay cabrón! estaba buscando
una especia- gruño sobando su
nuca.

-Perdon, no quería asustarte -. Se
puso a su altura y acuno el rostro
del castaño  en sus manos
mientras le ponía una bolsa de
hielo en la nuca.-¿Mejor?-

-Creo que si... apaga la lumbre,
la cena esta lista- Respondió
desviando la mirada a otro lado.

Jinho iba a decir algo hasta que
la presencia de Jimin hizo que se
alejara de Jungkook lentamente.

-¿Que pasa aquí?-pregunta
Jimin con la voz ronca además
de una expresión de enojo
adueñándose de su rostro.

-. Me golpe y me ayudo es todo...
-respondió Jungkook apoyando el hielo
en su nuca. -sirve la cena ya que
por tu culpa me pegue-Jinho alzo las cejas.

-¿ Y ésto  donde se prende?-
agarro la cuchara.

-Baboso-gruño Jungkook

Jimin negó con la cabeza y
se cerco a Jungkook-Mientras este
idiota esta ocupado en prender la
cuchara.. quiero mostrarte algo.

-Pero... nos quedaremos sin cenar
- hizo un puchero adorable sin
querer.

-Ven conmigo- dijo rodeando la
cintura del menor con sus brazo este  que sin protestar mas se dejo llevar.