Cuando el imperio de los Jeon callo, Park tomo todo a su paso ,y Jungkook no fue la excepción.
Jungkook termino siendo el juguete favorito de Jimin,lo que parecía solo diversión para Jimin término convirtiéndose en una obsesión.
Nadie podía tocarle...
Jungkook despertó un par de horas después, Jimin estaba sentado frente a el con la cabeza entre sus palmas. No iba a preguntar algo que ya sabía, suficiente tenía con escuchar a su lobo aullar de manera lastimosa en sus adentros. Lo que era peor es que el también se sentía igual, era una vida pero ahora ya no estaba.
Solo le quedaría el recuerdo de Como se sentía.
-Despertaste - murmuró el mayor nuevamente centrando su atención en Jungkook y las pequeñas gotas cristalinas que se deslizaban por sus mejillas –lo siento... perdí el control y de a verlo sabido...
El golpe en su mejilla lo interrumpieron, sin embargo de no haber sido por que sabía que lo merecía hubiera reaccionado de otra forma.
-¡MATASTE A MI HIJO, TE ODIÓ, ERA MÍO!-grito golpeándole el rostro y pecho del mayor- ¡DEBISTE DEJARME MORIR TAMBIEN!- sollozo gruñendo con lágrimas saliendo de sus ojos.
¿Eso era lo que quería? Morir sabía que su vida ahora con esto no iba a ser la misma. Jimin negó con la cabeza envolviendo a Jungkook con sus brazos para que se detuviera, sabía que para un omega no era fácil superar la muerte de sus cachorros, incluso pueden perder la cabeza por eso.
-¡Basta, basta!- susurro abrazándolo contra su pecho, escuchando los sollozos del menor -No iba a dejarte morir, eres mío
Jungkook siguió llorando, tratando de alejarse de Jimin sin éxito. Teniendo en cuenta que ahora era peligroso dejarlo solo.
No iba a dejar que Jungkook corriera la misma suerte que su madre.
Un rato después Jungkook se quedo dormido, con la gran tristeza de a ver perdido a su primer hijo.
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«UNA SEMANA DESPUÉS»
Jungkook apenas probaba bocado, y lo que era peor su depresión estaba empeorando. Las cosas no iban bien con el, Jungkook estaba triste y ignoraba por completo a el mundo entero.
Ahora estaba mirando por las ventana, y cierto ahora tenían barrotes, además de que la seguridad que ahora era mucha más que antes. Odiaba estar ahí. todo lo que pudiera servir para hacerse daño estaba lejos de su alcance por lo que mirar como anochecía era su único pasatiempo.
La puerta abriéndose bruscamente llamó su atención, sin embargo su mirada siguió sobre el cristal mientras empezaba a amanecer.
-Hola... estas despierto-susurro Lía dejando su desayuno, iba a decirle lo que pasaba pero Jimin entro tensando a Jungkook que solo suspiro mirando por escasos segundos ignorando la presencia de Jimin-permiso- se retiró haciendo una reverencia.
Dejando a los dos solos sin embargo nadie dijo nada, hasta que dos personas entraron con lo que parecía ser estuches y otras dos con un traje cubierto de una tela negra.
-¿Que es eso?-. El omega se dirigió a el mayor, que solo hizo una seña para que todos salieran- ¿que coños esta pasando?–
Posteriormente la puerta se cerro detrás de ellos, mientras tanto Jimin se acercaba a el.
-Todo esta listo para nuestra boda- dijo dejando un beso sobre el cabello del castaño.
-¿Q-Qué? No, eso no- negó con la cabeza.
-No esta a discusión, nos casamos y es mi ultima palabra.
