Nuestros días de visita en París habían sido como una luna de miel, habíamos disfrutado de todas las experiencias románticas que cualquier pareja quiere experimentar en la llamada ciudad del amor y, aunque el lugar era mágico e impresionante por sí solo, Becky lo era más, todo a su lado parecía un sueño.
Por algunos días y unas horas había podido dejar de sentir ese horrible sentimiento que me invadía, sin embargo, perder esa sensación de seguridad que me ofrecía la calma de la vida privada había propiciado en mi interior una creciente ira contra la que estaba luchando.
Nos preparábamos para hacer nuestra segunda aparición pública después de asistir a la alfombra roja de unos premios cuyo nombre ya no recuerdo, el día de hoy nos presentamos en un par de horas en un fansign, todo lo que tenemos que hacer es responder algunas preguntas de los fans, sonreír en las fotos y firmar autógrafos, en realidad no es algo muy demandante y tampoco es complicado de hacer, incluso para mí y en mis condiciones no era la gran cosa. Pero algo que en otro momento significaba el mínimo esfuerzo, estaba causándome tantos problemas que estaba a punto de explotar, estaba dando lo mejor de mi para que no sucediera eso, pero estaba siendo realmente difícil. Me mantuve en silencio tanto como pude para evitar que al abrir la boca expulsara de mis adentros llamas de fuego.
Cuando llegamos al lugar del evento mi cólera solo seguía empeorando, en realidad, no había un motivo específico por el cual estaba así de molesta, solo había encontrado que, si me concentra en esa emoción, entonces suprimía las sensaciones de angustia y preocupación. Una o dos veces había sido útil, hasta que comenzó a pasar de forma involuntaria e incontrolable.
— Bunny, necesitamos cambiarnos los collares – espera, ¿qué? Creía no haber escuchado bien lo que Becky acababa de decir: ella estaba sugiriendo que nos cambiáramos los collares que habíamos comprado en Tiffanys hacía un día, cada collar tenía la inicial de la otra grabada. Fulminé a Becky con la mirada como respuesta a su solicitud – Bunny, no me mires así, para empezar no fue mi idea, P'Chen me lo acaba de pedir, y para terminar, sabes que se va a volver un problema si los fans lo descubren, por favor, por mi – y si me lo pedía así y por ella, ¿Cómo se lo iba a negar? Aunque eso no significaba que yo estuviera menos molesta, simplemente era que no podía resistirme a ella, aun de mala gana me quité el collar.
— Aquí tienes – le dije mientras intentaba suavizar mi mirada, al fin no era su culpa.
— De verdad lo siento – me respondió.
— Lo quiero de vuelta tan pronto como sea posible.
— Está bien, Bunny, pero por favor no estés molesta – me dijo con un rastro de dolor en la voz.
— No lo estoy, no contigo, pero necesito espacio – le respondí y de inmediato me levanté del lugar donde estaba sentada y comencé a caminar sin ninguna dirección específica. Mientras caminaba, me abroché el collar con la F, estaba tan molesta que sentía que podía golpear cualquier cosa en ese mismo instante, pero lo guardé para mí.
No volví a hablar con Beck hasta que ya estábamos sentadas frente al público, con el pretexto de tener un poco de tos y con la facilidad de hablar un idioma que no era el local, Becky se inclinó y me dijo.
— Por favor, perdóname, no pretendía ofenderte con lo de los collares – suspiré.
— Esta no es una conversación que podamos tener ni aquí, ni ahora.
— Pero necesitamos tenerla.
— Dije no ahora – mientras terminaba de hablar, el presentador del evento indicó que haríamos una pausa para descansar y volveríamos para terminar con los autógrafos.
La misma ira dentro de mí me impulsó a levantarme tan pronto como terminó de hablar, salí lo más rápido que pude y de la misma forma llegué al camerino que se nos había asignado a Beck y a mí. Hice uso de todas las fuerzas que tenía para empujar la puerta contra su marco hasta que se cerró con un golpe abrupto, y escuché la voz de Becky.
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Out of the woods - FreenBecky
Fanfic"- Me lo vas a decir cuando estemos seguras, mirándome a los ojos, promételo, promete que vamos a estar a salvo, que me vas a mirar a los ojos y me lo vas a decir - apreté el volante y hundí el acelerador". Pero... ¿Cuánto puede durar una promesa?