El primer amor de un lobo.

¿Alfa?

Kara queda perpleja ante lo dicho ¿Quién es esa mujer y por qué le dice alfa?

— ¿Quién eres tú? — la pregunta fue hecha, pero no por la rubia, al parecer Lena fue más rápida.

— No tengo por qué responderle a una vieja nocturna. — la cara de indignación de Lena y la sonrisa satisfacción de Samantha solo confirmaría lo obvio, no se llevan para nada bien.

— Soy superior a ti, conoce tu lugar perro sarnoso — Samantha no duda en transformarse para atacar a Lena por lo dicho, sin embargo, Kara tampoco duda en defender a su mate del peligro inminente, pero lo que nadie se esperaba era que al transformarse los dos lobos se pusieran a jugar cual cachorros. Saltos, lamidas y pequeñas mordidas son parte de su juego, Kara nunca se había sentido tan cómoda con alguien en su forma de lobo, se sentía en casa. Lena miro la escena en shock, si antes estaba indignada ahora estaba furiosa.

— ¡Esto es el colmo! ¡Tú! Se supone que deberías defenderme. — la nocturna empieza a despotricar mientras señala al lobo blanco, Samantha esta lista para atacar otra vez para defender a su líder, sin embargo, al ver como Kara baja las orejas y empieza a lloriquear, da un paso atrás, Kara es su alfa, su líder, verla en una posición tan sumisa es antinatural y la hace sentir impotente no poder hacer nada, es la rubia quien debe dar las órdenes. — ¡Mate! ¡JA! Vaya mate que me ha tocado, se pone a jugar con quien ha venido a hacerme daño.

Kara lanza lamentables quejidos ante las palabras de Lena y baja tanto su cuerpo como sus orejas hasta estar completamente agazapada, intentando mostrar sumisión ante su enojada compañera, Samantha, impotente solo puede tragarse su ira ¡Una nocturna! ¿Cómo es posible que su alfa se haya imprimado de una maldita nocturna?

Luthor empieza a dar vueltas por el lugar ignorando los quejidos ansiosos de Kara y la presencia de Samantha ¿Cuánto tiempo ha estado en esta granja de mala muerte?

— Escúchame bien... —hasta ese momento la vampira se dio cuenta que no sabía el nombre de la joven rubia.

– Kara, Kara Danvers — la rubia se transformó en su forma humana, estaba completamente sucia, llena de barro y con una gran cortada en la mejilla, a Lena se le hizo agua la boca al ver la sangre caer tan lentamente por la mejilla.

– ¿Danvers? — Samantha pregunto incrédula, tal vez su alfa no sabía que provenía un gran linaje de licántropos, de la manada ZorEl. A Lena por otra parte no podría importarle menos, estaba más concentrada en la sangre que caía por la mejilla de la rubia.

— Necesito refugio Kara, solo por un tiempo — los vampiros siempre han sido grandes seductores es una magia innata, pero con Kara eso no es necesario porque apenas escucho las palabras de Lena no dudo en aceptar.

— Quédate el tiempo que desees Lee — otra vez, Samantha se quedó incrédula ante lo sumisa que es Kara, ¡Los alfas son dominantes y aguerridos! No pequeñas bolas de pelo llenas de amor —Tengo una pequeña casa cerca de la escuela.

¿Escuela? ¡Escuela! La rubia se había olvidado de la escuela, ya era muy tarde y no podía darse el lujo de faltar a la escuela mañana, Kara no era una alumna ejemplar como Winn ni una chica adinerada como Imra, necesita por lo menos una buena asistencia.

— Me agrada la idea, puedo tener sangre de jóvenes púberos — la rubia hizo como que no escucho eso, ahora tiene problemas ligeramente más serios como Winn ¡Mierda! Winn está muerto, otra vez, la rubia siente que trae desgracia a todo lo que toca.

— Bueno ¡Pues que esperamos! Mañana hay escuela, no puedo llegar tarde — Kara empezó a caminar saliendo de la destruida granja seguida de Lena y Samantha.

—¿Se puede saber a dónde va el perro sarnoso? —Lena no va a permitir que ese maldito perro valla y se quede junto con ella, y la castaña no piensa quedarse y dejar a su alfa con la chupa sangre.

— Donde Kara va, voy yo— lo dijo de manera absoluta, sin lugar a debate, un duelo de miradas se desarrolló, ninguna pensaba ceder después de todo ambas ya habían tomado una decisión.

—¡Kara! — ambas se coordinaron para decir lo mismo, quieren la opinión de la rubia o al menos su favor y aunque Kara no quiere favorecer a ninguna sabe que debe tomar una decisión, Lena es especial para ella ¿Es su mate? Ni siquiera sabe que es eso, pero se siente importante, lo siente en sus huesos, mientras que con Samantha hay una confianza infinita...

Arriesgaría su vida por ella y está segura que la castaña haría lo mismo.

— Ella viene con nosotras. — intenta mantenerlo simple como si no le doliera darle la contra a la vampira, una sonrisa burlona y un bufido es la respuesta.

— Bien, pero no respondo si la mato — Lena camina dando pasos firmes, pero se detiene a la altura de magullada rubia.

La escanea de pies a cabeza "Nada mal" piensa la pelinegra, se acerca lentamente mientras la rubia se queda estática y desliza su dedo por la mejilla herida hasta untarlo con la sangre rojiza.

Se lleva dicho dedo a los labios y degusta la deliciosa sangre.

— Ummm — es lo más delicioso que ha probado — Nada mal ricitos.

Y con eso continúa caminando hacia la salida de la granja dejando a Kara en shock y a Samantha rebosando de ira.