NATURALEZA

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LENA

¡Ugh! ¡No puedo creer haya osado llevarme la contraria! ¡A mi, Lena Kieran Luthor!

Pero esto no se va quedar así, yo misma me he encargaré de esa bruja despreciable, reconozco la magia dentro de ella, y me encargaré de destruirla, pero primero tengo que alimentarme no puedo enfrentarme a nadie en esta situación

¡Necesito alimento!

Un lindo sacrifico no estaría mal pero dudo que se sigan haciendo por lo que cometo la pulgosa

Hablando de la rubia, aún puedo sentir su aroma , en dirección al norte. El camino no es tan largo y puedo sentir el aroma de la deliciosa y caliente sangre

¡Un festín es lo que me daré! Solo necesito un poco de mi encanto vampirico y ¡listo!

Está de más decir que no necesite dicho encanto pues lo adolescentes parecían muy fascinados por mi.

Ya había localizado a una joven presa cuando soy abordada por una desconocida.

— ¿Que hace un pequeño pez tan lejos de mar?—sus intensos ojos azules me escanean, tal vez buscando una amenaza. — ¿No deberías estar en la costa?

Quién me interrumpió no era nada más ni nada menos que una sirena, la cual estaba MUY lejos de su territorio

—Para ser una nocturna de gran nivel no pareces saber nada de nada. — con parsimonia saca una bolsa de sangre de su mochila ¿A caso la tuvo ahí todo el tiempo? — No puedes alimentarte a plena luz del día, en especial si es terreno de lobos

¿Terreno de lobos? ¿A qué se refiere?

Me tiende la bolsa de sangre y no dudo en beberla toda de un solo trago.

— Debiste haber guardado algo. — mira la bolsa ya vacía con algo de lástima. — Soy Gayle Marsh, por cierto.

— ¿Lena? — antes de que pueda presentarme, la conocida voz de la pequeña alimaña rubia me interrumpe — Lena, creí que te quedarías en casa.

Su rostro se ve confundido y tiene el ceño ligeramente fruncido, lo negaré si me lo preguntan pero tiene una expresión adorable.

— Yo nunca dije eso. — con una sonrisa burlona, me disponía a seguir charlando con Gayle, pero la despreciable bruja no tardó en aparecer al lado de Kara.

— ¿Gayle? — apenas ve al pequeño pececito, y ya tiene una sonrisa bobalicona, pobre chica —Pensé que tenías clase de Biología.

— La profesora no dicta hoy — las miradas de Samantha y Gayle se entrecruzan unos segundos, ambas analizándose mutuamente— Prefiero ir a clases de natación.

— No creo que sea bueno para ti darte un chapuzón en estas condiciones — el comentario malicioso de pulgosa número 2 solo hace que Marsh suelte una débil sonrisa.

— Las sirenas podemos estar fuera del agua por mucho tiempo — de sus cachetes le empezaron a salir pequeñas escamas blancas. —En especial las colas blancas, tenemos que sumergirnos dos veces por día mínimo.

Los dos chuchos quedaron sorprendidas, mientras que la bruja quedó maravillada.

— ¡Señoritas, miren la hora! Es tarde para su tercer periodo — una señora de edad avanzada se encarga de romper la atmósfera creada.

—Lo que usted diga Srta.Finnelance —con voz
pesada Gayle respondió para jalarme en dirección a las aulas dejando atrás a las demás.


KARA

El ceño fruncido de Kara no es el único, Imra parece casi tan contrariada como Kara, la única que parece disfrutar de todo el lio es Samantha.

— Al parecer el pececito y el mosquito se entendieron muy bien — tal vez fue su tono sugerente o tal vez Danvers no se encontraba de muy buen humor porque apenas Samantha acabo de hablar la rubia prácticamente corrió en busca de Lena.

— ¡Maldición! —  por alguna razón la descontrola el solo pensar que mate estará a solas con Gayle, el hecho de que su perfume pueda quedarse en ella para crear un aroma único.

No puede sentir su olor, lo único que siente es el olor a brisa marina característico de las sirenas, Gayle no saldrá libre de esta de eso está segura, le arrancará escama por escama si siquiera toca a Lena.

Cuando está dispuesta a seguir buscando a Lena alguien le habla, intenta ignorarlo, pero es tarde, Mike Matthews puede ser muy insistente.

— Pero si es Kara Danvers en persona. — se encuentra apoyándose en unos casilleros con una sonrisa galante, aunque solo provoca irritación en Kara— ¿Por qué tan apurada?

Kara no está de humor para los coqueteos de Mike, necesita encontrar a su mate, necesita olerla, necesita sentirla; es una necesidad casi obsesiva.

— ¿No me vas a responder? Pensé que habíamos arreglado los malos entendidos — Mike está dispuesto a sujetar a Kara del hombro, pero esta se zafa con rapidez.

Está apunto de reprocharle el acto cuando una visión llega a ella.

— Sabes que Danvers es peligrosa ¿No? —Kara empieza a escuchar la voz de Gayle en su cabeza ¿Por qué rayos está escuchando su maldita voz?

— ¿Kara? — Mike la mira confundido, no entendiendo nada

"Claro que lo sé"

Ahora es Lena la que habla

¿Qué diablos le pasa? Como si fuera poco empieza a tener mucho calor, mucho calor, tanto calor que pensaba podía morir ¡Maldición! Su cuerpo está ardiendo y su piel se siente como de gallina.

— Kara ¿Estas bien? — Imra parece llegar como de milagro sujetando su brazo, pero inmediatamente la suelta por la temperatura de la rubia, Kara literalmente está ardiendo.

— Le-ena — balbucea.

De repente el antes dulce aroma de Imra ahora le provoca náuseas ¡Todos los aromas se sienten asquerosos! Necesita a su mate,demonios solo quiere sentir el suave aroma de Lena, sentir sus brazos alrededor suyo, ver sus hermosos ojos, rayos se conformaría con sólo olerla, la extraña demasiado, y no sabe por qué.

Cuando las cosas parecen no pueden ir peor las náuseas empeoran ¿Qué cosas desayuno? Ya no recuerda. Los estudiantes alrededor suyo empiezan a mirarla de manera extraña, no es para menos pues está dando todo un espectáculo.

— Escúchame Kara tienes que controlarte —Samantha le habla con una voz seria, pero sin ser demandante — Kara tú eres el alfa, tú tienes el control.

— ¿Al-lfa? —  toda la vida supo que era diferente desde el hecho que no tenía manada hasta su gran estatura, ¿Cómo podía ella ser un alfa?

La rubia es sacada rápidamente de la escuela bajo la mirada curiosa de varios alumnos.

—Yo n-o pue-do....

Sus amigas se aseguraron de llevar a la niña rubia a un lugar tranquilo y descampado, donde podía tener una transformación tranquila

— Repítelo Kara. — la mirada de Samantha cambia repentinamente, sus ojos antes cafés son reemplazados por un amarillo pardos. — Yo soy el alfa.

— Yo so-y Alfa. — los ojos de Kara empiezan a brillar de una manera extraordinaria casi como si tuvieran vida propia. — ¡Yo soy el Alfa!

Kara da un último grito mientras cae de rodillas y su cuerpo empieza a torcerse como si de un contorsionista se tratase.

— ¿Kara? — Samantha está preocupada, tal vez Kara aún no estaba lista.

Pero justo cuando Imra está por pedir ayuda, ahí frente a ellas Kara se alza como un orgulloso lobo blanco cuál nieve mucho más grande que sus anteriores transfiguraciones.

Tal vez sea el hecho de que Kara Danvers o mejor dicho Kara ZorEl aceptó su naturaleza alfa ... y con eso todos los problemas y responsabilidades.

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⏰ Última actualización: Aug 15 ⏰

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