El lobo que encontro su otra mitad.

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Con el cabello enmarañado y el pecho sangrante la bella doncella que tiene hechizada a la rubia le dirige una mirada penetrante a esta.

— ¿Quién eres? — la voz de Winn tiembla incesantemente mientras le apunta con una de las estacas que la mantenía presa con anterioridad — ¿Cómo está viva? ¡Qué diablos eres!

Pero la joven caucásica solo mantiene su mirada en Kara, ¿Quién es esa rubia? ¿Porque su sangre le parece tan atrayente? Es como si ...

— Deberías dejar eso en su lugar niñato de pacotilla — su voz sale ronca por el desuso, pero su mirada es tan mortal que Winn casi se hace en los pantalones, otra vez.

— Ella tiene razón, deja eso Winn — más de uno quedo sorprendido ante las palabras dichas por Danvers — ¿¡Que!? Solo pienso en el bien común.

Las mejillas sonrojadas de la rubia delatan su pequeño desliz, ¿Qué fue eso? Por alguna razón tuvo el instinto de proteger a la misteriosa mujer.

— ¿¡Bien común!? ¡Esa cosa acaba de salir de un ataúd! ¡Tenemos que regresarla! — otra vez, un instinto protector se instauró en ella, a su lobo por alguna razón no le gustaba como se refería hasta la ahora callada señorita y al ver que Winn no bajaba la estaca un gruñido salió desde lo profundo de su pecho, si mencionar que sus ojos brillaron de un amarillo brillante.

¡Licántropo! Es el primer pensamiento de la vampiresa ojiverde, que planeaba atacar cuando se dio cuenta que la situación no le favorecía, pues aún estaba débil.

— Señorita, creo que debería calmarse, no creo que quiera lastimar a su amigo ¿O sí? — Kara no entendía, ¿Cómo es que la voz de esta extraña mujer la calmaba? ¿Cómo es que su aroma le parecía tan atractiva?

Y mientras Kara seguía en su debate interno, la de cabello moreno no se hizo de esperar y se abalanzó sobre el amigo de la rubia, mordiéndole el cuello y succionándole hasta la última gota de sangre para después romperle el cuello.

— ¡Winn! — fue muy tarde cuando la rubia reacciono, la ojiverde había drenado a su amigo y ella no hizo nada más que mirar, y como si de magia se tratase las heridas de la vampiresa empezaron a sanar hasta que la joven quedó en un perfecto estado — ¡Lo mataste!

— ¡Oh! Creo que me pase — dijo la pelinegra con una sonrisa guasona— No te preocupes, es solo un humano ¡Hay miles como ellos!

Kara no puede hacer más que apretar los puños y contener las lágrimas, quería hacer algo por Winn, pero por alguna razón todos sus instintos le gritaban que no le hiciera daño a la hermosa mujer.

— Soy Lena, Lena Luthor — dijo con superioridad — Recuérdalo cachorra ¡Por qué acabo de regresar de entre los muertos!

Y mientras Lena se iba a toda velocidad, Kara por fin lo supo, esa sensación la cual no podía explicar, ese deseo desmedido; una sola palabra resonó en su mente:" Mate"

La rubia no dudo en transformase a su versión lobuna, en estos instantes ni le interesaba nada, solo necesitaba encontrarla.

Aun siente su delicioso olor a mora y lavanda, delicioso, casi puede saborearlo.

La sigue por todo el cementerio hasta el bosque donde se da cuenta Lena es más rápida, pero la pelinegra no conoce esos bosques como ella así que toma un atajo con el cual logra alcanzar a la nocturna. Con cuidado de no lastimarla logra derrumbarla y posicionarse encima de ella

Una vez encima de ella se vuelva humana y hace contacto visual con esos hermosos orbes esmeralda.

—Mate. —otra vez, sus ojos brillan de una manera ¿Depredadora? – Mía

Lena esta hipnotizada con el magnetismo de los ojos de la chica lobo, pero al escuchar la frase la magia acabó, ella sabía lo que esa palabra significa y lo que menos quería es una loba dando problemas, piensa en matarla, pero se deshace de la idea rápidamente, sería un desperdicio de sangre porque ¡Con un demonio que su sangre olía delicioso!

—En tus sueños ricitos. — tras decir eso Lena simplemente desapareció en una nube negra dejando a Kara con el corazón desembocado.


El primer amor de un lobo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora