Si vuelvo a verte │Charles Leclerc│

CÁPITULO 5

Me remuevo en mi lugar y de pronto mis nervios estaban a flor de piel. El señor Binotto se da la vuelta y levanta sus manos a cada lado de su cuerpo.

-Ahí llegaron los verdaderos protagonistas. –les hace una seña y entonces veo a Charles acercarse y a otro chico, también tenían el escudo de Ferrari en su traje.- Aprovecho a presentarles a nuestros pilotos, Charles y Carlos.

-Un gusto –dice Charles y Carlos, ambos saludan a mi tío primero y luego a mi tía y prima, no puedo evitar fijarme el corto abrazo de mi prima con Charles y como se decían algunas cosas que no podía descifrar.

Le sonrío a Charles en cuanto sus ojos se posan en mí y rogaba para que no dijera nada sobre lo ocurrido. No apartaba sus ojos de los míos incluso cuando se queda de pie a un costado del señor Binotto.

-Charles, tengo que hablar contigo, ven por favor –mi prima toma su brazo entrelazándolo con el de ella y yo aparto la mirada de allí, pero no podía evitar fijarme hacia donde se lo llevaba.

Sonrío a Binotto, intentando prestarle atención a lo que decía y luego de pocos minutos se retira. Suponía que tenía muchos invitados que atender.

-Es el director de Ferrari y jefe de los pilotos –explica mi tío. Él sabía que yo no tenía mucha idea al respecto.

-Es un hombre muy inteligente al parecer, estoy muy feliz por esto amor. –dice mi tia y finalmente tomamos asiento, cruzo mis piernas y llevo mi mirada a Charles y Magdalena, se abrazaron ahora mismo y podía decir que el rostro de Charles reflejaba una felicidad inmensa, incluso sus ojos estaban algo brillantes.

No entendía qué estaba pasando con ellos, ¿por qué tenían esa actitud como si fueran los mejores amigos o incluso más que eso?

-Ese chico es tan encantador –mi prima suelta un suspiro y se sienta a un lado de mi tío. Sigo con la mirada a Charles y también toma asiento en la mesa seis. Justo frente a mí, mierda.

-¿Qué sucedió? –cuestiono.

-Ivy, es la privacidad de Magdalena, no siempre tienes que saberlo todo.

-Tranquila mamá, con gusto puedo decírselo. –mi prima se voltea a mí, con una sonrisa triunfal- Charles y yo somos muy buenos amigos y creo que ahora me convertí en su persona favorita.

Asiento pasando saliva y me doy la vuelta para observar el resto de las personas. Había mucha gente, había música de fondo pero el murmullo era más alto.

-Buenas noches a todos –dice Binotto, encima del estrado frente al micrófono. Comienza su discurso mientras yo intentaba ponerle toda la atención pero sentía una mirada fija en mí, volteo mi cabeza hacia la otra mesa y allí estaba Charles con sus ojos puestos en mí, no sabía que significaba eso pero tampoco quería averiguarlo.

-Estoy muy feliz y es un honor recibir a nuestros nuevos ingenieros. Sé que todos darán su mayor esfuerzo por hacer de nuestras monoplazas los mejores del circuito y es que no esperamos menos en esta nueva temporada. Por supuesto también darle la bienvenida a nuestros pilotos, una vez más, que son quienes ponen todos de sí para poder salir triunfantes en esos circuitos que recorren el mundo. Disfruten la velada. Forza Ferrari.

Todos aplaudimos finalmente y levantamos nuestras copas en representación a un brindis. Finalmente empiezan a servir la cena, mientras en la pantalla comenzaban a pasar algunas imágenes de carreras, autos y cosas que no entendía mucho pero se veía interesante.

Miro hacia mi plato cuando llega, se veía muy elegante, decorado y bastante pequeño pero sabía que había varios platillos a lo largo de la velada.

Cenamos mientras conversábamos de todo lo de allí, veía a Magdalena mirar varias veces a la mesa vecina pero presentía que la mesa vecina no la veía tanto a ella.