No me había dado cuenta cuándo me había dormido. Pero me despertaron unos golpes en la puerta. Estaba todo oscuro y me costaba acostumbrarme a eso en cuanto abrí los ojos. Me siento en la cama quedándome en silencio, no sabía si había soñado que golpeaban la puerta o si realmente la habían golpeado.
La puerta suena otra vez.
Bueno, no era un sueño. Me pongo de pie finalmente caminando a la puerta y abriendo la misma, no había nadie. Me asomo en el pasillo y veo a una persona de espaldas, alejándose a unos cuantos metros.
-¿Charles? –Cuestiono extrañada, él se da la vuelta y vuelve a acercarse.- Perdón por tardar en abrir, no sabía si soñaba o qué. Pasa.
Me hago a un lado, dejándolo pasar. No me decía nada y su silencio me ponía algo nerviosa, por lo general y por lo poco que lo conocía, era alguien de hablar bastante.
-Perdón si te molesté, Ivy.
Niego rápidamente.
-Para nada, solo me extraña esto, ¿todo bien con la cita? –cuestiono encendiendo una de las lámparas de la habitación.
-Sí, supongo –suelta un suspiro mirando a su alrededor un momento.- ¿Me estas evitando? –pregunta luego de algunos segundos en silencio.
-No, ¿por qué preguntas? –me extrañaba la forma en que lo preguntaba y pasado de copas no estaba.
-Todo este tiempo intenté contactarme contigo pero pareciera que siempre huías de mí.
Me quedo observándolo, entreabriendo mis labios sin saber qué decir exactamente. Me había buscado y yo nunca me enteré.
-Yo pensaba que tú no querías saber nada de mí, Charles. –esta vez no quería quedarme callada.
-¿Cómo dices eso? Siempre pregunté por ti, a Magdalena le dije muchas veces que me diera tu numero incluso le dije que te diera el mío. Ella me decía que tú no estabas interesada en eso.
Sentía hervir mi sangre, una vez más Magdalena rompiendo cosas, separando personas y haciendo malos entendidos a propósitos para salirse con la suya.
-Creí que éramos amigos.
-Es que yo también creí eso, sabes. De hecho estuve todas estas semanas cuestionándome si realmente me dijiste en serio lo de ser amigos o solo fue aquel momento luego de tomar el café.
-¿Entonces por qué no estabas interesada en tener al menos mi contacto? No entiendo qué piensas de mí.
-Mierda, es que eso no es cierto Charles, Magdalena jamás me dijo nada de eso. Yo no tenía idea de que tú preguntabas por mí.
-¿Entonces, alguien quien se supone que ha sido buena persona conmigo y leal, me ha mentido? –alza una ceja, negando y volteando la mirada a otro lado.
-Sí, porque en serio eso nunca pasó. Pero yo sé que su palabra tendrá más razón. Siempre ocurre eso. –encojo mis hombros, cruzando mis brazos sobre mi pecho y mirando hacia el ventanal que estaba a mi lado.
-No es eso, solo que...no sé. –suelta un suspiro y su mano va hasta su cabello, dejando caer su cabeza hacia atrás por cortos segundos.- creo que todo fue un malentendido entonces, no entiendo por qué Magdalena haría esto.
Por la misma razón en que quiso ser protagonista de devolverte tu collar y por la misma razón en que había fingido ser la persona que te encontró llorando en enero.
-No sé. Tal vez tiene miedo –digo sin mirarlo. Me sentía molesta, Magdalena siempre arruinaba mis cosas cuando quería algo.
-¿De qué?
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Si vuelvo a verte │Charles Leclerc│
RomanceCharles e Ivy se conocen de una forma peculiar en una fría noche de Mónaco, envueltos en tristezas pasadas y heridas que nunca pudieron cerrar. Se reencuentran tiempo después y quizás son la prueba viva de que si el destino quiere algo, llegará. El...