CÁPITULO 44

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Nota de la autora:
Me di cuenta que cometí un error y publiqué un capitulo que no correspondía al que seguía realmente el curso de la historia.
Este sí es el que corresponde. Disculpen y espero lo disfruten.


Domingo.

Finalmente había llegado el día de la carrera. Como siempre, todo el paddock y boxes eran un alboroto, incluyéndome porque era mi primera carrera como ingeniera en Ferrari trabajando para ello.

Los semáforos se apagaron y finalmente la carrera comenzó y todos estábamos allí viendo hacia las pantallas. Charles iba tercero justo ahora, en la clasificación había quedado cuarto. Carlos iba segundo y el box de Ferrari estaba feliz.

Caminé hacia las pantallas de mi papá, tomando unos audífonos y poniéndomelos.

-Box box –dijo y volteo la mirada, ya todos estaban listos para el cambio de neumáticos.

El auto de Charles llega allí haciéndole el cambio en cuestión de segundo y todo sigue con normalidad.

Todo iba bien pero aun así los Red Bull se habían hecho fuerte al frente. Me paro a un costado de Fran, apoyando mi mano sobre mi mentón.

-Creo que hay un problema con algo, deberían de estar más fuertes –dijo él observándome un momento.

-Mmh, si, opino lo mismo –asiento sin dejar de observar la pantalla. Volteo la mirada a Fran que aún me miraba con una leve sonrisa. Aclaro mi garganta volteándome y caminando hasta mi mamá.

Finalmente Charles había conseguido un tercer puesto, Carlos cuarto. No era malo, pero las condiciones de Ferrari no eran tan malas, así que suponía que había sucedido algo con los coches, deberíamos de revisar qué había sucedido.

Salgo de boxes caminando hacia el circuito, observando los autos posicionados en sus lugares. Me acerco a Charles, quien estaba siendo saludado por algunas otras personas. No sabía si abrazarlo o no, así que mejor me doy la vuelta alejándome de allí.

-¿Vamos a comer algo? Antes de la premiación.

Miro a Fran un momento y finalmente asiento.

-¿De dónde eres, Fran? –cuestiono volteando a verlo mientas caminábamos hacia una de las cafeterías del paddock.

-Soy de Italia, especialista en aerodinámica y tengo veintinueve, ¿tú de dónde eres?

-De Mónaco, soy ingeniera mecánica –suelto una risa, entrando a la cafetería y deteniéndome en el mostrador.- No te había visto antes por los boxes.

-Yo voy muy seguido a Mónaco –dijo él, sonriéndome.- Es que entré hace poco, de hecho hace días tuve que hacer un curso en Maranello.

-Oh, yo también estuve ahí, aunque no sé si en el mismo que tú –dije mientras agarraba el café que habíamos pedido y también el sándwich.

-Yo pago, no te preocupes –dice el, dándole el dinero antes de que pudiera protestar.

-Gracias –murmuro saliendo de allí nuevamente.- ¿Había una señora rubia hablando?

-Sí –asintió mientras caminábamos nuevamente a boxes, las premiación ya estaba por ser.- ¿Había una señora rubia con voz chillona?

-¡Si! –exclamé soltando una carcajada, volteando mi cuerpo hacia él.- Dios mío, estuvo un poco aburrido.

-Sí, juro que casi me dormí en esa charla –él también rió y nos detuvimos frente al box de Ferrari.

-¡Charles, ya puedes ir a la premiación! –dijo alguien acercándose a él.

Si vuelvo a verte │Charles Leclerc│Donde viven las historias. Descúbrelo ahora