Si vuelvo a verte │Charles Leclerc│

CÁPITULO 42

La siguiente parada era Melbourne una vez más. Aún faltaban unos cuantos días para eso y me habían citado en Maranello para recibir algunos cursos junto a otros ingenieros o profesionales que acababan de ingresar. El curso solo era una tarde así que agradecía eso, podría volver pronto y no dejar más de un día sola a Maisy.

Me detengo frente a la casa de Pascale, hoy había ido a recogerla por la mañana a casa, por suerte todo estaba bien con ella y al parecer Charles no le había contado que lo engañé. Me daba asco por mi misma de solo pensar en esa mentira tan grande.

-Hola cariño, ¿qué sucede?

Me acerco a ella saludándola con dos besos, adentrándome a su casa.

-Todo bien Pascale, solo vine a dejarte algunas otras cosas por si Maisy las necesita hoy.

Suelto un suspiro deteniéndome en la sala, dejando una pequeña mochila empezando a explicarle a Pascale lo que habia puesto allí.

-Tengo que viajar a Maranello mañana por el día, en la noche vendrá a recogerla mi mamá así no tienes que encargarte tanto tiempo.

-Por dios Ivy, es mi nieta, estoy encantada de tenerla en casa –dijo ella con una sonrisa. Sabía que era cierto y sabía que estaría bien cuidada, pero mi miedo persistía.

Me quedo en silencio al escuchar una bonita melodía desde arriba.

-Están arriba –sonrió y yo solo sonreí de lado también.

-Hablaré con Charles.

Empiezo a caminar hacia las escaleras, subiendo de forma lenta y sintiendo aquella melodía cada vez más cerca. Podía ver el perfil de Charles allí con Maisy en brazos, se le dificultaba un poco usar su otra mano para tocar el piano.

Mi hija se veía muy relajada y es que siendo sincera, ¿quién no lo estaría?

-Perdón por interrumpir –dije oprimiendo mis labios cuando Charles se volteó a mi, dejando de tocar el piano.

-Está bien –asintió.

Me acerco a un costado de su cuerpo, observando a Maisy y tomándola en mis brazos.

-Hola mi hija hermosa –murmuro dándole pequeños besos.- Debo de ir a Maranello mañana.

-Yo también.

Asiento meciendo a Maisy, caminando con ella un momento. Suponía entonces que mañana estaría con Pascale y luego en la noche se iría con mi mamá, en ambas confiaba plenamente.

-Cambié el número de celular, perdí el mío –dije volteando a Charles.

-¿Dónde lo perdiste?

Me quedo en silencio pensando en el día en que perdí todo, no tenía idea de qué había pasado con aquellas cosas, lo único que pude hacer fue huir de allí.

-Lo perdí al salir de un centro comercial hace unos días con Gina, cuando estabas en Maranello.

-¿Cuándo se supone que me engañaste?

Me volteo rápidamente hacia él, sintiendo mí sangre helarse. Sabía que no tenía ningún motivo de qué enojarme, literalmente era algo que yo le había dicho pero dolía, dolía que pensara de mi eso a pesar de que tenía razón en hacerlo.

-No vuelvas a decir eso –digo entredientes, acercándome él para volver a entregarle a Maisy.

-¿Por qué no? ¿No fue lo que hiciste? Solo lo estoy repitiendo –se encogió de hombros, tomando a Maisy en brazos.