Capitulo 23

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En muchas ocasiones, tendemos a aferrarnos a cosas o personas las cuales ya no se encuentran en nuestras vidas o que simplemente no son buenas, ese fue el caso de Colombia durante mucho tiempo. 

Para nadie es un secreto que el tricolor antiguamente estaba realmente enamorado de Estados Unidos y que por ese amor era capaz de hacer cualquier cosa, incluso dejar de amarse así mismo o al menos todos llegaban a esa conclusión, pero por mucho amor que haya de por medio en las relaciones, si un error es repetido en reiteradas ocasiones aunque constantemente este hecho sea recordado en busqueda de un cambio, el amor comienza a perderse. 

Todos pensaban que Colombia nunca seria capaz de dejar al de estrellas, lo que no sabían era que siempre llega un momento en el que las personas se aburren y deciden acabar las cosas y cuando eso sucede no hay un punto de retorno, en el caso de la pareja fue la separación de Panamá, ese fue el momento de inflexión del cafetero, fue ahí cuando se dio cuenta de que no debía rebajarse al nivel de alguien que le regalaba mas llantos que sonrisas, alguien que simplemente no valoraba su presencia y que en muchas ocasiones logró cusarle grietas, tal vez de una manera indirecta, pero aun asi no habían excusas suficientes para tapar todos los errores cometidos, era verdad que el tricolor amaba al de estrellas y todos lo sabían, pero si tenía que elegir entre amarle o amarse asi mismo no dudaría en elegirse.

-Chamo, ¿que mierda pasó alla afuera?- preguntaba el venezolano a su hermano, quién aun se encontraba aturdido por lo sucedido.

-Yo... no lo se- y realmente no lo sabía, no sabia como explicar lo sucedido, era verdad que el de estrellas se le había confesado anteriormente y había logrado agitar su corazón, pero aún así aún no era capaz de decifrar completamente sus propios sentimientos, pues una vez se rompe un lazo de confianza es muy dificil volver a repararlo.

Venezuela solo mostraba enojo y como no, si el había presenciado en muchas ocasiones las actitudes groseras que había tenido con su hermano, de cierta manera se podría decir que le odiaba por todo el daño hecho y aunque había estado encontra de que estuviera volviendo a relacionarse con el cafetero, preferia no inmiscuirse en ese tipo de asuntos, depues de todo se trataba de la vida privada de su hermano.

-Coco... ¿Tú aún sientes algo por él?- el tricolor no supo que contestar dejando la sala en un total silencio, algo que poco a poco comenzaba a incomodarles a ambos -Tiene que ser una broma- Venezuela se notaba disgustado y Colombia lo sabía.

-marica... si le soy sincero no se que mierda siento, es raro sabe, decidí que le iba a perdonar todas las cagadas, pero realmente no esperaba que un sentimiento volviera a nacer.... ¡jueputa! porque todo tiene que ser tan confuso- el venezolano solo estaba espectante ante las palabras de su hermano, despues de pensar un poco sus palabras se decidió a hablar.

-Usted es mucha hueva, como se le va a ocurrir intentar tener una relación cercana con su ex, nunca llego a escuhar la frase "dónde hubo fuego, cenizas quedan", usted es mucho gafo- Venezuela se encontraba algo exhaltado, realmente se preocupaba por su hermano y como no hacerlo, a pesar de que Colombia se mostrara como alguien fuerte en realidad tenía un corazon de azucar, tal vez no lloraría delante de las demas personas, pero si que le dolería en el alma y por obras del destino siempre resultaba herido en las cosas del amor, el venezolano lo unico que quería era ver felíz a su hermano sin sufrimiento ni penas.

-Primero que todo... hagame el favor y me respeta que usted esta hablando con su hermano mayor y segundo, todavía no se si realmente siento amor por Estados Unidos, así que deje de estar sacando conclusiones maricas y sin fundamentos, además... de ser ese el caso lo unico que le pediría es que repetara mi decisión y me apoyara- al escuchar eso ultimo venezuela no pudo evitar bufar, como se le ocurria a su hermano decir semejantes huevonadas, pero en algo tenia razón era su decisión y debía respetarla, aunque no le gustara.

Nuevamente solo había silencio en la habitación, ninguno de los dos se atrevía a continuar esa conversación, sentían que si decían algo más terminarían peleando por algo estupido y sabían que ambos defenderían a mas no poder su punto de vista, Colombia solo dió un suspiro y decidió tomar primero la palabra.

-¿así que China eh? realmente espero que ese hijuepu...- no pudo terminar de maldecir a su ahora cuñado, pues fue interrumpido por su hermano.

-¡Colombia! sin groserias y si... realmente las cosas simplemente se dieron y ahí vamos- Venezuela se notaba algo emocionado y aun más tocando su panza algo abultada.

-huevon yo pense que iba a terminar con Siria, pero bueno si usted esta bien con ese marica, por mi no hay problema, siempre y cuando lo haga felíz a usted y a esa criatura que viene- Venezuela no pudo evitar reír por el comentario de su hermano, era verdad que había intentado algo con Siria, pero al final terminó fue con China y no se arrepentía.

-Tranquilo coco, que yo estoy muy felíz con él, por cierto... usted y yo tenemos que hablar- esas palabras le helaron al piel al cafetero en lo ultimo que recoradaba habían sucedido muchas cosas, pero realmente no sabía a cual de todas ellas se referia su hermano, su mente dibagaba intentando adivinar aquello de lo que el venezolano se podía haber enterado y de pronto algo se le vino a la mente.

-Rusia se me declaró- Aquellas palabras las dijo lo mas rapido que pudo, todo en un intento por que su hermano no le entendiera, cosa que funcionó, ya que el venezolano solo entendió la palabra "Rusia" en su mente el solo se reía, realmente no tenía nada especial de lo que hablar con el cafetero, pero siempre que decia eso, su hermano comenzaba a confesar todo y esta vez no era la excepción.

-¿Rusia qué? realmente no te entendí, habla bien mamahuevo- y se supone que no podían decir grocerias se decía el colombiano así mismo, mientras volvía a hablar -Rusia se me declaró- Esta vez le pudo entender claramente a su hermano y vaya que ese era un buen chisme.

-En pocas palabras tienes al capitalista y al socialista detras tuyo, vaya que no pierdes el tiempo Coco, aunque me cae mejor el ruso, por mi te puedes quedar con él-  Venezuela no pudo evitarlo y comenzó a burlarse de la situación de su hermano, Colombia solo quería llorar, realmente no sabia que hacer, pero aún así su hermano lograba tranquilizarle y así paso ese día, entre charlas y risas para ambos, fué algo placentero, algo que le recoradaba a Colombia lo bueno de aquellos momentos de paz.   

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