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Reposaba en un parque, las nubes paseaban como en pasarela, el delicado olor de las flores del lugar se posaban en mi mejilla.y como si el tiempo se paralizada dos miradas se cruzaron.
El comienzo de una historia, el final de un cuento, dónde de fantasía a real solo se asomaba un segundo y el cuento que de niña escuchabas ahora estaba a dos metros de distancia...
El viento bailaba con mi cabello y parecía jugar con los vellos de mi piel que se estiraban como queriendo crecer al verte allí, descansando a tu sombra...
—Hola... —un silencio molesto perturba el instante.
—Ho... Hola..—Al fin respondí.
Que incómodo y a la vez ameno momento,, ese segundo en que creí que me habías visto pero algo me hizo dudar al dar la vuelta y ver detrás de mi cuerpo paralizado su cuento, su historia, su verdad a quien iba dirigido su <<HOLA>> seguido de un <<cariño>> que yo no percibí, y lo agarraba de la mano, lo besaba y con una mirada incrédula y fría se clavo en la mía defendiendo lo que no es de nadie...
Y en aquel banco solo queda el recuerdo de un Hola ajeno que por pura coincidencia fue mío por un instante.
