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2012

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2012

La pequeña Sora bailaba en la sala, sus zapatillas de ballet comenzaban a mancharse con sangre, las gotas de sudar rodaban por su cara, que estaba roja por el esfuerzo. Su cabello en un moño perfectamente acomodado y su leotardo rosa.

Su clase de ballet diaria parecía mas una tortura, la tutora la obligaba a bailar hasta que no pudiera levantarse "Baila hasta que no sientas el cuerpo"

Si quería ser una de las mejores y mantener la beca en la academia debía esforzarse, Sora lo sabía, pero ¿eso? parecía explotación.

.-¡Suficiente!.- Apenas la voz de la tutora sonó, Sora se detuvo.

.-Debes mejorar tus giros; son espantosos. Ahora retírate.- Sacudió su mano, como si hablara con un animal.

Sora hizo una reverencia y salió de la habitación, caminando directo a los lockers.

Al salir de la academia se sentó, esperando que sus padres pasaran por ella.

Hora después seguía allí, sola y comenzaba a oscurecer. Se levanto, comenzando a caminar a casa. Unos metros después observaba una figura acercarse cada vez mas hasta su lugar. Cuando llegó y se plantó en frente de ella, Sora sonrió al verlo.

.-Choon-ho oppa~.- El chico sonrió y se agachó a la altura de la niña.

.-Sora, ¿Porque no me esperaste?.- La niña frunció el ceño.

.-¡Espere mucho, oppa!.-

.-Yah, perdón. Te comprare un helado.- Incluso cuando era su deber, se disculpaba. Se suponía que su padre o madre la buscarán. Pero ahí estaba el.

.-¿Saliste antes de la escuela?.- Pregunto la niña tomando la mano del mayor, ambos comenzaron a caminar a casa.-

.-Mhm.- Asintió, al comprar su helado caminaron a casa. Dónde no había nadie mas que su padre ebrio en el sofá.

El adolescente llevo a la niña a su habitación en silencio, sin alertar al mayor.

.-¿Papá esta bien?.- Pregunto la menor, el mayor asintió.

Después de que Sora se bañara, se acostaron en la cama de la jóven. Observando el techo.

.-Prometeme que nunca te convertirás en algo así.- Hablo repentinamente Sora.
.-¿Asi como?.-

.-Como papá, siempre toma eso que tiene olor fuerte y se vuelve malo.-

El chico negó.-No lo hare, lo prometo.-

Sora cayó en brazos de Morfeo y su hermano se deslizó en silencio fuera de la habitación. Comenzaba a sentir hambre, se escabulló hasta la cocina.

Se preparó un sándwich y cuando se lo llevaba a la boca un golpe en su cabeza lo mando al piso, el sándwich rodo unos metros.

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