Capitulo 4 Parte 3

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Park:




   Salí de casa, caminé sin ganas al parque, Caterine estaba sentada en uno de los columpios y Yeraldin estaba parada frente a ella se podía ver que estaba

exaltada. Me acerque un poco más.


-¡No! No puedo hablar con el-. Levanto la voz. Me quede parado de tras de ella


-¿Por qué no?-. Dije, algo confundido


-Porque no-. Dijo, estaba poniendo un maldito escudo, no quería enfrentarse a mí


-Esto lo deben arreglar ustedes-. Caterine se levanto del columpio y camino hacia su casa. Y yo sentí miedo, no sabía que hacer sin Caterine.


-Caterine, no me dejes-. Dijo Yeraldin, su voz sonaba a frustración, y la entendía, tampoco quería enfrentar esto sin ella.


-¿Por qué lo hiciste?-. Dije, cuando Caterine ya estaba dentro de su casa.


-Vi a mi ex besándose con su novia, me dolió verlos y no quería demostrarle que me importaba, tu fuiste mi única opción-. Dijo con un tono de tristeza pero no

sabía que pensar de ella, me había utilizado y yo en verdad la quería.


-¿Tu única opción? ¿Qué demonios te pasa? ¡Joder, creí que eras diferente! ¡Pero no, te gusta jugar con los sentimientos de los demás! ¿Quién te crees que 

eres? ¡No puedes besar a una persona sólo para aparentar que otra ya no te interesa! ¿Por qué no piensas más en lo que haces?-. Sentía que debía decirle 

todo lo que sentía, sabía que le dolía, podía ver lagrimas en sus ojos, pero me daba igual yo estaba lastimado, yo si la quería. -Creí que eras diferente-.

Dije, un poco decepcionado, pero no de ella, de mi, por no ver lo que era en realidad, por crearme una falsa fantasía, por creer que ella podía ser mi 

chica "ideal". -Me voy-. No quería irme, pero no quería quedarme y destruirme más de lo que ya estaba.


-Park-. Me tomo de la mano. -No te vayas-. Me miró a los ojos, me di cuenta de que decía la verdad, ella no quería que me fuera, lo veía en su mirada

y en la forma en la que me tenía tomado de la mano


-¿Para qué me quedo?-. Contesté tratando de mostrar indiferencia, pero mi corazón latía más fuerte que nunca, ella me aceleraba el corazón, me ponía nervioso, yo a ella la amaba, y en ese momento ya no me importaba nada de lo que me hubiese hecho, solo quería tomarla entre mis brazos y besarle.


-No importa para qué, sólo quédate, es lo único que quiero. Quiero estar contigo-. Sentí que mi corazón reventaba, mis manos compensaban a temblar. Las lagrimas caían por sus mejillas.


   Me besó. Me besó y otra vez el mundo se detuvo, todo estaba bien, todo era perfecto y no quería otra cosa que estar así un rato o toda la vida, me gustaba tomarla de la cintura, sentir sus labios rozar con los míos, su respiración.Ya nada importaba porque estaba con ella y si estaba con ella mi vida era 

perfecta. En ese instante me di cuenta que no me importaba cuantas veces me lastimará, ella me tenía, yo era suyo, podía romperme el corazón cuantas veces quisiera y yo la seguiría amando con todos y cada uno de los pedazos. No sabía como había llegado a quererla tanto, más que quererla ahora la

necesitaba, necesitaba su mirada, sus manos, su cuerpo, sus besos la necesitaba a ella.


   Se separo de mí, mis manos seguían en su cintura, me veía en sus ojos, con las mangas de mi sudadera le limpié las lágrimas que aún caían por sus mejillas,

su mirada expresaba algo como <<No me dejes>> y yo le devolví la mirada de <<No lo haré>>. La abracé, con tanta fuerza que sentí que se rompería. Quería hacerla sentir segura, darle a entender que no la dejaría sola, que podía confiar en mí. Y ella sonreía, vi un brillo especial en sus ojos, uno que no conocía, y entonces, una vez más, me enamoré.


   Siempre fui de las personas que creen que nadie es perfecto y así es, nadie lo es, pero, ella era la excepción, era todo lo que soñaba, era divertida y callada era sincera, linda, ella lo era todo, y cuando la miraba, cuando la miraba mi vida tenía sentido, me idiotizaban sus ojos y su sonrisa, hasta su voz era linda.


    Yo no podía dejar de verla, quería aprenderme cada detalle de ella, cada movimiento que hacía, el porque de una sonrisa.


   Me enamore de ella, no por su físico, me enamore de ella por ser simplemente ella, no quería parecerse a las demás, no seguía a nadie, ella tomaba sus 

decisiones, siempre andaba por ahí, sin miedo a ser ella, porque al final de cuentas ¿Quien no quisiera ser único? Ella lo era, era única, era hermosa y yo

estaba enamorado hasta de sus defectos. 


Extraordinary girlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora