CAPITULO 1

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Aida Beker se sentó en su habitación, todavía impactada por lo que la mañana del día anterior había visto. No podía dejar de pensar en Paulina, en la estúpida, solapada y muerta Paulina.

Controlate Aida, dominate.

Se repitió una y otra vez frente al espejo mientras mantenía la mirada fija con su reflejo, sus ojos verdes estaban cristalizados y sus ojeras más marcadas que nunca.

De repente, Aida escuchó el timbre y se sobresaltó.

Cuando se asomó, vio a Liam Toquer afuera, llamando su atención con un gesto.

Aida lo había visto varias veces antes en los pasillos y en una que otra clase, lo había visto con su cámara en el campus de fútbol y en la cafetería, lo grababa como un chico más, ni popular ni marginado, solo alguien que no encajaba en su círculo de amigos. Lo cierto es que Aida no podría olvidar su cara de ahora en más, pues lo había visto por la mañana del día anterior en el bosque.

Aida no pudo evitar sentir curiosidad por lo que él tenía que decir.

Cuando abrió la puerta, Liam tenía una expresión risueña como siempre, era parte de su esencia tener una sonrisa en su cara y que sus ojos azules siempre brillarán, la diferencia es que esta vez sus manos no podían dejar de temblar.

- ¿Qué pasa? - preguntó Aida, tratando de parecer indiferente.

- Lamento molestarte - dijo Liam- pero necesitaba hablar contigo.

Aida salió un poco más al pequeño porche de su casa. Noto que los ojos de Liam se desviaron hacia un costado avergonzado. Ella bajó la mirada hacia el piso y recordó que apenas traía una camiseta ancha y unas medias largas que se arrumaban en sus talones.

- ¿Qué quieres? - Gruño Aida quitándole importancia a su vestimenta - No deberias estar aqui si se supone que ayer nunca paso.

- No vengo a hablar de ayer Aida, yo vengo por...

- Vienes por nada Liam - Aida no podía evitar sonar petulante como era lo usual - Porque lo único que nos relaciona es ayer, y ayer no pasó, tenemos un trato Liam. Así que no hay nada por lo que tu y yo tengamos que hablar, vete de mi casa por favor.

- Está bien, comprendo.

Cuando Aida vio a Liam caminar hacia su auto sintió una pizca de culpabilidad, sabía que seguro él también la estaba pasando mal por lo que habían visto y necesitaba hablar con alguien, pero ella simplemente no podía permitirse abrirse con alguien, menos con alguien en quien no confiaba.

Mientras tanto, Liam conducía hacia su casa, odiándose por no haberle dicho lo que tenía que decir, era un cobarde. Sabía que no podía cambiar el pasado, pero que algún día tendría que contarle lo que sabía de la fiesta a Aida.

Hasta entonces, en algún lugar del bosque, el cuerpo sin vida de Paulina seguía siendo el guardián silencioso de un secreto que amenazaba con destrozar la vida de todos los involucrados.

¿QUÍEN MATÓ A PAULINA? (#CPE2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora