CAPITULO 14

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Eden Hells estaba en estado de alerta, con estudiantes y personal esperando con ansias la llegada de las autoridades para investigar la escalofriante muerte del conserje. La noticia se había extendido rápidamente, y un aire de inquietud se había apoderado del campus.

Aida, con el corazón acelerado se encontraba caminando por un pasillo, justo cuando se había saltado la clase de francés esto sucedía, se encontró con Tony en los pasillos. Aunque Aida estaba nerviosa, Tony se veía peor, parecía que caería al suelo en cualquier momento, compartieron un vistazo nervioso y se dieron un breve saludo de manos antes de dirigirse en direcciones opuestas, cada uno sumido en sus propios pensamientos y preocupaciones.

Mientras las sirenas de la policía se acercaban al instituto y los estudiantes y el personal se preparaban para enfrentar las consecuencias de esta nueva tragedia, Aida y Tony se alejaron, cada uno con su propio peso.

Aida siguio caminando por los pasillos llenos de murmullos y susurros cuando se encontró con Lara. Los ojos de Lara estaban inyectados en preocupación y shock.

- ¿Dónde estabas? - preguntó Lara, su voz temblorosa por la tensión acumulada en el ambiente.

Aida, sintiéndose atrapada en sus propias mentiras, titubeó por un momento antes de responder - Me quedé dormida en la biblioteca - dijo, tratando de sonar convincente - Estaba agotada y no me di cuenta del tiempo.

Lara frunció el ceño, como si estuviera evaluando la veracidad de las palabras de Aida. - ¿En serio? 

Aida se mordió el labio nerviosamente - Lo juro, estaba allí. Estaba cansada y un poco mareada.

Lara asintió, pero aún había una sombra de duda en sus ojos - Ten cuidado, Aida. 

Mientras la policía empezó a levantar el cuerpo del conserje, Liam se acercó a Aida con una expresión grave en el rostro. Aida pudo ver la seriedad en sus ojos y supo que algo importante estaba a punto de suceder.

- Tenemos que hablar - dijo Liam en voz baja, llevándola a un rincón apartado del pasillo. Aida asintió, si antes estaba nerviosa el sentimiento ahora empeoraba. Estaba segura de poder sentir una gota de sudor recorrer su espalda.

Una vez que estuvieron fuera del alcance del resto de los estudiantes, Liam tomó aliento y comenzó a contar lo que había visto en las gradas entre Lara y Jackson.

- Estaba debajo de las gradas - comenzó Liam, sus palabras saliendo apresuradas por la urgencia de la situación - Vi a Lara sentarse junto a Jackson entregándole un sobre. No pude escuchar toda la conversación, pero cuando Jackson le paso dinero le dijo que se quedara con el cambio por su silencio - dijo Liam, su voz cargada de preocupación.

Aida frunció el ceño, tratando de procesar la información. - ¿Qué podría significar eso?

Liam asintió, mirándola seriamente. - No lo sé, pero algo está sucediendo entre ellos. Y después de lo que pasó con el conserje, no puedo evitar pensar que todo está conectado de alguna manera.

- ¿De que hablas Liam? ¿No se supone que tu y Lara estaban juntos cuando encontraron el cuerpo?

- Estaba con Lara, pero no con Jackson.

Por la mente de Aida pasaron las escenas del altercado con Jackson en su casa. Aunque definitivamente Jackson tiene problemas, Aida no puede evitar pensar una y otra vez en la desesperación por obtener una respuesta que vio reflejada en los ojos de su ex novio.

- No lo se Liam, lo único que se me ocurre es que deberíamos hablar esto todos, en grupo.

Liam vaciló por un momento antes de responder - No lo sé, Aida. Tal vez tienes razón.

- Bueno, debo buscar a Eva, debe estar volviéndose loca - Dijo Aida seguida de un bostezo - Nos vemos mañana en el funeral Liam.

- ¿Iras al funeral? 

- Emmm Si... Adiós Liam - Dijo Aida haciendo una señal de despedida con su mano.

- Pero dijiste que na...  - Antes de que Liam pudiera terminar de hablar Aida desapareció entre la multitud.

°°°°°

En el estacionamiento, Louis observa a Jackson con preocupación mientras se apoyaba contra su coche. 

- Jackson, te vez de la mierda - Bromea Louis.

Jackson suspiró, pasándose una mano por el cabello desordenado.

- No sé de qué estás hablando, Louis.

- ¿Cuánto llevas aquí? 

- No lo se ¿Una, dos clases? 

- Joder Jackson, ven vamos adentro antes de que nos vea la policía.

- ¿De que hablas Louis? Lárgate, déjame en paz.

- Jackson, por si no lo sabes, aunque claro que seguramente no lo sabes, acaban de asesinar al conserje ¿Qué vas a decir si te interrogan idiota? - Louis frunció el ceño, sintiendo que Jackson le estaba ocultando algo importante - Oh Señor policía, estaba durmiendo en mi cómodo porche luego de que anunciaran el funeral de mi exnovia a la que me acusaron matar - Dramatiza Louis.

Jackson miró a Louis, sus ojos mostraban una mezcla de miedo y desesperación. 

- Louis, te prometo que no sé nada sobre el conserje o cualquier otro problema en la escuela. 

- Lo se Jackson, no eres tan inteligente como para asesinar a dos personas.

Aunque Louis cree en Jackson, algo en su mirada le dice que hay más en la historia de lo que Jackson esta dispuesto a admitir. 

- Wow, pues gracias por creer en mi inocencia - Gruño Jackson. Louis le dio una mirada intensa.

°°°°°

Aida entró en el baño, encontrándose con su mejor amiga frente al espejo, aplicándose lápiz labial rojo intenso. Eva levantó la mirada y le dedicó una sonrisa que no alcanzó sus ojos.

- ¿La hija prodiga volvió a casa? - preguntó Eva, mirándola con sus ojos escrutadores. 

- Hola a ti también Eva, estoy bien, gracias por preguntar. 

- No me engañas Aida, no estas bien - Eva suspiro - Solías ser tan segura de ti misma, tan poderosa. Ahora pareces... frágil.

Aida evitó su reflejo en el espejo. 

- Las cosas cambian, Eva. 

Eva frunció el ceño, como si no pudiera entender la transformación de su amiga. 

- Pero ¿por qué? Antes eras la reina de este hormiguero, todos te admiraban. Ahora pareces la sombra de tu sombra

Aida suspiró, tratando de encontrar las palabras adecuadas. - He pasado por mucho últimamente.

Eva asintió con comprensión, aunque algo en su mirada sugirió que aún no podía entender completamente. 

- ¿No quieres contarme? Entiendo que estés pasando por un momento difícil, Aida. Pero no dejes que eso te consuma por completo. 

Cualquiera que viera y escuchara a Eva hablar pensaría que es una hueca superficial e hipócrita, pero lo cierto es que la pelirroja si se preocupaba por Aida, se conocían desde que estaban en las panzas de sus madres.

Aida sonrió débilmente antes de darle un abrazo a Eva, cosa que Eva no se esperaba, Aida jamás había sido fan de los abrazos o las muestras de afecto físicas que pudieran arrugar su ropa o correr su maquillaje.


¿QUÍEN MATÓ A PAULINA? (#CPE2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora