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Park SeokJin, un hermoso omega con un desafortunado pasado, fue vendido por su padre a un mafioso a cambio de saldar una vieja deuda, se verá obligado a ir con él a la fuerza y cuando creyó que todo estaba perdido, la vida le volvió a cruzar cami...
"Aveses no hay próxima vez, aveses no hay segundas oportunidades, aveses es ahora o nunca"
Daniel Handler
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Mientras tanto en las afueras de Seúl, ubicados en el centro de un bosque cubierto por verdes montañas, un chico llamado Han recién despertaba, después de haber recibido un fuerte golpe en la cabeza cuando la camioneta en qué fue subido a la fuerza, paro repentinamente en un lugar muy lejos de dónde se encontraba la bodega.
Desorientado e incómodo, sin percatarse en la posición que se encontraba, un intenso ardor en los ojos le hizo por instinto querer frotarlos y un jadeo de dolor fue lo que salió de su boca al sentir unas fuertes punzadas en las muñecas, levantó la cabeza dirigiendo su vista los brazos, sus ojos se abrieron en sorpresa, pues se encontraban colgados por unas cadenas oxidadas, aferradas a sus muñecas sujetadas a un gran tuvo de hierro qué caían desde el techo hasta el suelo, repentinamente sintiendo mucho frío en todo el cuerpo, bajo nuevamente su vista dándose cuenta qué se encontraba completamente desnudo, alteandose por la situación, pues se sentía tan expuesto, comenzando a retocer su cuerpo para zafarse, pero sus intentos fueron inútiles cuando un chillido de dolor salió de su boca al sentir un doloroso ardor en las rodilla, se encontraba hincado sobre el piso de concreto y sus tobillos estaban aferrados al suelo por cadenas clavadas.
Esto no se veía nada bien, pensó él, comenzó a desesperarse, observó a su alrededor la habitación buscando la presencia de alguien pero todo estaba tan extrañamente silencioso que le asustaba, incluso el sonido de su agitada respiración le ponía de nervios, unos segundos más intentando enfocar algo, un sonido provocó escalofríos qué le estremeció todo el cuerpo, al escuchar el seguro de una puerta ser abierto lenta y torturosamente, más ninguna luz se filtro dentro de la habitación.
Se puso en alerta, intentando ponerse de pie fallando y consiguiendo algunos raspones más en sus rodilla apoyadas contra el rasposo suelo, levantando la cabeza en la dirección que escuchaban paso asercarse.
Pero no puede visualiza nada, su respiración se vuelve pesada, comenzando a sentirse ancioso al no enfocar algo por culpa de la obscuridad en la habitación, solo esos malditos pasos qué provoca la persona que este por ahí, sin asercarse lo suficiente para ser visto, solo caminaba en círculos alrededor de él, se sentía como una pequeña presa siendo asechada para convertirse en la cena de algún depredador hambriento.
Claramente se siente cohibido al saber quien es ese maldito depredador, la persona que todos llaman "RM" y él, su estúpida presa qué espera torturosamente su muerte.
No conoce mucho al alfa, aunque lleva trabajando seis meses en la bodega, no es alguien que vez todos los días, este es el terser día que trabajaban juntos, durante esos días aprendió dos cosas muy importantes, si quieres seguir aquí con vida debes acatar sus ordenes sin objeción y la segunda es que el maldito es un alfa puro dominante, qué no respeta las leyes que el gobierno dispuso para su especie, no recuerda haber escuchado el sobrenombre en su trabajo pero, ese tiempo le enseñó, a no meterse con él.
