🥀
Park SeokJin, un hermoso omega con un desafortunado pasado, fue vendido por su padre a un mafioso a cambio de saldar una vieja deuda, se verá obligado a ir con él a la fuerza y cuando creyó que todo estaba perdido, la vida le volvió a cruzar cami...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(Perspectiva de Namjoon)...
Cuándo el lobo del azabache tomo control de su cuerpo, salió corriendo del lugar. Busco rápidamente la camioneta y subió en ella, poniéndose en marcha, aceleró hasta dónde se haría la subasta.
La nueva ubicación quedaba más lejos que la anterior y maldita sea la hora en que permitió que se llevarán a su omega, se maldecida internamente.
No importa cuánto tiempo le tome llegar al maldito lugar, no permitirá qué alejen otra vez lo que a estado esperado desdé hace tiempo.
(...)
Treinta minutos después, dando las seis y cuatro de la tarde, por fin llego a la dirección nueva, era una gran y lujosa mansión lejos de la ciudad.
Nisiquiera necesito dar su nombre a los guardias qué custodiaban la entrada, púes estos le reconocieron inmediatamente, abrieron la puerta para que pasara y se inclinaron haciendo reverencia al alfa cuándo paso frente a ellos.
Sin darle importancia, se estacionó en el primer lugar que encontró, cuándo intento salir, emitió un fuerte gruñido de dolor y frustración, pues su parte humana estaba intentado recobrar el control, cosa que el lobo no permitía. ¡No dejara otra vez a su omega!
Mientras los minutos pasaban, una lucha entre Namjoon y su lobo parecía no tener fin.
Hasta que uno finalmente cedió, pero con una condición...
"QUÉ SEA NUESTRO... NOS PERTENECE... POSEELO...OMEGA... NUESTRO... NUESTRO..."
Namjoon sonrió victorioso, aceptó la petición de su lobo, cuándo el mismo cedió el control, más no se esfumó por completo, esto era visible por el color que tomaron sus ojos, rojo y negro.
Al retomar el control, salió de la camioneta dispuesto a cumplir su palabra, pero a su manera, obviamente. Cuándo noto que a su lado se encontraba estacionado un vehículo conocido, miro las placas y efectivamente pertenecía a una persona la cuál su amigo no a podido localizar desde hace unas semanas.
Giro sonriendo entrando nuevamente a la camioneta, buscando una pequeña cajita, la encontró y saco un diminuto rastreador, salió cerrando la puerta y rodeo el auto contrario, se pociciono en la parte trasera en cuclillas, colocando el rastreador debajo de la cajuela, el mismo era magnético, haciendo más fácil la tarea.
Se puso de pie bajo la atenta mirada de los tipos qué vigilaban la entrada, más poco le importaban esa personas, aún así volteo de reojo y dijo.
- Ustedes no vieron nada ¿Está claro? -pregunto serio y los tipos se asustaron y rápidamente asintieron firmes a la pregunta.
- SI, SEÑOR... - contestaron a unísono los dos tipos.
Nadie qué conoce al alfa era tan estúpido como para meterse en su camino, bueno al menos no si quieres vivir.
