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____ Baker.

Tomó al Sr. Rosa entre sus manos y habló.

- ¿Este? -

Asentí.

- Joder, eres una chica traviesa, ____. -

- Pero te gusta follarme. -

- Me encanta. - Susurró, empujando al Sr. Rosa en mi interior.

Lo movió lentamente, y mientras él se dedicaba a follarme el culo. Mordí mi labio inferior, tratando de no gritar. Me gustaba la doble penetración. Pero en ese momento deseaba tener una tercera polla dentro de mi boca, dándome todo lo que podía querer. Se me hizo agua la boca ante el pensamiento de tener una contra mi lengua.

- ____... -

- ¿Hmm? -

No dijo nada y me besó con la boca abierta, al mismo tiempo que seguía moviéndose dentro de mí, sin parar. No era follar hasta sacarte los sesos esta vez. No queríamos hacer demasiado ruido, y al parecer el Sr. Gallagher quería hacerse durar tanto como le fuera posible. Mientras tanto, me corrí tres veces más antes de que él finalmente no pudiera retenerlo más y se dejara llegar.

Abandonó al Sr. Rosa, me sujetó de las caderas y empujó una docena de veces antes de que se rindiera. Se corrió en mi culo, llenando el pasaje de mi espalda con sus líquidos calientes. Su polla tuvo más de siete espasmos antes de que finalmente se detuviera.

El Sr. Gallagher se retiró. Me giré para encararlo y nos besamos con nuestros cuerpos enredados en un abrazo de amantes.

Acaricié su mandíbula lentamente mientras lo miraba a los ojos. Fue ahí cuando me di cuenta de que nunca me había importado tanto un hombre como él me importaba. Por supuesto, no le diría eso, no quería asustarlo.

Gallagher siempre tendría un lugar especial en mi corazón, porque fue el primer hombre con el que alguna vez fantasee, al que imaginé cuando tuve mi primera vez, al que siempre soñé con tener en las sábanas de mi cama...

Siempre fue Aidan Gallagher, el hombre de mis fantasías.

Deseaba decirle mil cosas sobre mis sentimientos, de mis emociones, pero era mejor no hacerlo. No quería arruinar el momento.

El Sr. Gallagher parecía ser el tipo de hombre que no comunicaba sus sentimientos con palabras, así que solo nos tocamos y besamos, hasta caer profundamente dormidos.

En la mañana siguiente ya se había ido.

Fue hasta en la tarde, que mis padres me llevaron a Brown, siendo dirigida al mundo real, viviéndolo por mi propia cuenta y por primera vez.

La vida universitaria era divertida. Trabajo duro y juego duro. Nunca salí en citas, odiaba tener novio, porque solían ponerse celosos y molestos cuando coqueteaba con otros hombres.

Follé a muchos chicos en todo ese tiempo, pero ninguno de ellos había sido tan especial como el Sr. Gallagher, quien por cierto, no había escuchado nada de él desde esa noche especial.

Honestamente, estaba decepcionada. Imaginé que al menos podría tomar el celular y decir "hola". Entonces, probablemente no quería hacerlo, porque solo fue una cosa física.

Llamé a mamá el fin de semana y le pregunté por el Sr. Gallagher.

- Oh, Aidan fue enviado a Irak, no mucho tiempo después de que te fueras. -

- ¿Está bien? No ha sido asesinado ni nada de eso, ¿Verdad? - Le pregunté, no pudiendo evitar que un rastro de preocupación se filtrara en mi tono de voz.

- Supongo que está bien. Sabes cómo son las personas de operaciones especiales, a parte de que sabríamos si ha salido herido o algo así. Estamos en la lista como su contacto de emergencia, ¿Por qué? - Cuestionó con curiosidad.

- Nada, solo curiosidad. Leí que un montón de soldados murieron en Irak este mes. Sería horrible si fuera uno de ellos. -

- Oh, sí. Sé lo que quieres decir, pero no te preocupes, cariño. Él está bien. -

Lamí mis labios, rezando porque ella tuviera razón.

- Eso espero. -

Luego de esa llamada, dos meses pasaron e hice lo mejor que pude para sacarlo de mi mente...

Sucio Secreto | Adaptación AG『+16』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora