Destinos Cruzados [Amor Lésbico ] [Novela Terminada ]

Parte 15

Capítulo15

A diferencia de Charlotte, que parecía demasiado ocupada bajo las sabanas con Leticia, Sonia no podía conciliar el sueño. Pensaba demasiado en la historia que le había contado a Raquel y se preguntaba si había hecho lo correcto. Revelar esa parte de su pasado la había convertido en presa fácil de la crítica. ¿Qué pensaría esa mujer ahora de ella? Seguramente que era una estúpida por haber soportado durante tanto tiempo a un hombre como Stefan.

Meditaba sobre eso, cuando una serie de sonidos llamó su atención. Se trataban de los chasquidos de un sinfín de besos que sucedían en la cama de al lado. Lentamente, Sonia se giró y notó que habían dos siluetas bajo la sábana, moviéndose con cautela para no atraer la atención de nadie más. Sin embargo, Sonia sabía que eran Leticia y Charlotte, haciendo de las suyas.

El cuarto no tenía mucha iluminación. Sólo la escasa luz que entraba a través de la ventana y que provenía de las farolas de la calle. Sin embargo, era evidente que algo pasaba entre ellas, y cuando los ojos de Raquel se acostumbraron a la oscuridad, se dio cuenta de que Leticia era la que estaba arriba de Charlotte, comiéndosela a besos.

A la mujer se le calentaron las mejillas y quiso apartarse, pero no lo consiguió. El lesbianismo de Leticia siempre le había parecido algo curioso y tal vez, digno de admiración. A su mejor amiga no le había importado lo que los demás pensaran de ella. Estaba demasiado ocupada viviendo de su sexualidad sin ninguna clase de tapujo, y eso era algo que no todas las lesbianas podían decir.

—Déjame quitarte esto —dijo Leticia con voz susurrada. Sonia apenas alcanzó a escucharlas, y vio cómo Leti despojaba a la morena de su blusa y la ponía a un lado. Charlotte siguió tapada con las sábanas.

—Me da envidia que tengas las tetas más grandes que las mías —dijo Charlotte.

—Pues a mí me gustan las tuyas, pequeñas y suaves.

—¿Y qué esperas para metértelas a la boca?

Después de eso, Sonia vio a Leticia cubrir lentamente el cuello de su novia con sus besos. Su cabeza se perdió bajo la sábana. Oyó el sonido característico de una boca deleitándose con los pechos de Charlotte; y fue en ese momento cuando Sonia se rindió y supo que ya no sería capaz de apartar la vista.

A medida que los minutos pasaban, Sonia empezó a sentir un cosquilleo travieso entre las piernas y calor por todo el cuerpo. Como estaba de lado, mirando hacia la cama que estaba a su derecha, su sexo estaba aplastado entre sus muslos y eso le provocaba un grado de excitación que pocas veces había sentido.

Con cautela, casi con temor, Sonia metió una mano dentro de sus pequeños shorts de pijama y notó tanto el calor como la humedad que salpicaba la entrada de su cuerpo. Se relamió los labios y, armándose de valor, cerró los ojos y se concentró en los sonidos que provenían de la cama de al lado. No fue difícil imaginarse el sexy cuerpo de Charlotte, con esa piel bronceada y esa hermosa cara que denotaba inocencia. La chica, aunque baja de estatura y de frágil apariencia, era toda una princesa sedienta de deseo.

Y Leticia estaba ahí, seduciéndola con la boca, lamiéndole las puntitas de los pechos y posiblemente, hurgando en su sexo con dedicación. Sonia imaginó todo esto mientras su excitación crecía a un ritmo alarmante. Y de pronto, Raquel, que estaba dormida a su lado porque compartían la cama, se giró hacia ella y la abrazó por detrás, como haciendo cucharita. Lo hizo de manera involuntaria, pero le causó a Raquel un gritito de sorpresa.

Las dos chicas que estaban en la cama de al lado se detuvieron.

—¿Oíste eso? —Preguntó Charlotte.