Parte 30

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¡Buenas tardes! perdón la espera; pero tuve algunas ocupaciones. Espero que les guste la actualización y comenten o voten. 


Capítulo 30

—¿Pasa algo?

Leticia no quería responder, pues eso significaría darle mayor importancia al asunto. Lo que quería era olvidarlo, fingir que no le dolía el hecho de pensar que no era suficiente para Charlotte y que constantemente se comparaba con Liz.

—Sólo tengo sueño —contestó y volvió la vista hacía la ventana del avión. Se distrajo contemplando las espesas nubes que estaban a la vista, imaginando qué se sentiría atravesar una cayendo con un paracaídas.

De repente, el avión tembló a causa de una turbulencia normal. Leticia perdió el aliento y sujetó la mano de Charlotte con fuerza. La otra chica sonrió, la tomó del rostro y le dio un beso en los labios para tranquilizarla.

—Ya, no tienes de qué temer. Mira lo mucho que has logrado. Casi vences tu miedo a volar.

—¿Crees?

—Obvio —sonrió Charlotte—. No te preocupes por las turbulencias. Es normal que de vez en cuando el avión tiemble.

Leticia asintió y cerró los ojos por un momento. Tomó aire para serenarse y lo dejó ir lentamente. Charlotte le agarró la mano y la puso sobre sus propias piernas, descubiertas por la minifalda de mezclilla que usaba.

—Acaríciame un poco si quieres. Eso te tranquiliza.

Leticia así lo hizo y rozó suavemente los muslos de Charlotte con las yemas de sus dedos. Mantuvo los ojos cerrados y se concentró en la suavidad de su piel. En algún punto del vuelo, se quedó dormida y no despertó hasta que aterrizaron en el aeropuerto.

*****

Las tres mujeres salieron de la terminal y volvieron a casa. Todo eso en medio de una fuerte tormenta que bañaba la ciudad. Los rayos destellaban en el cielo y los truenos hacían vibrar las paredes. El viento había arreciado, agitando las copas de los árboles y torciendo varias de sus ramas mientras las hojas escapaban y se iban volando.

Charlotte cerró los ojos cuando otro trueno estalló en el aire y se apartó de la ventana. Se sentó en el borde de su colchón y miró sus rodillas con aire distraído. Echaba de menos a Leticia y quería verla en ese momento. Sin embargo, la pobre mujer estaba cansada por el viaje y había querido quedarse en casa a dormir.

Pero Charlotte no era tonta ni descuidada. Sabía que algo estaba pasando con Leticia, y quería animarla, aunque fuera un poco. Entonces, tuvo una grandiosa idea. Cerró la puerta con llave. Abrió sus cajones y buscó los conjuntos de ropa interior más sexis y coquetos que tenía. Tal vez estaba pecando de lujuriosa, pero sabía que a Leticia le encantaban las fotos y Charlotte era muy bella posando para la cámara.

Se vistió con atrevidas tangas y sostenes. Cacheteros con encajes, medias y blusas escotadas. Combinó tanta ropa como pudo y se tomó varias fotos y videos tanto delante del espejo como con el trípode y el anillo de luz. Hizo poses sensuales, siempre enseñando sus mejores atributos y una sonrisa maliciosa con intenciones de despertar en Leticia el deseo de tocarse a sí misma estuviese donde estuviese.

Una vez que Charlotte tuvo una generosa cantidad de material erótico, en donde hasta terminó desnuda y de piernas abiertas, envió toda esa información al Whatsapp de Leticia con la esperanza de que las viera lo más pronto posible.

Luego, se acostó a esperar con el corazón agitado. Ya podía imaginar la cara de sorpresa que pondría su novia y los pervertidos deseos que sus fotos generarían en ella.

Destinos Cruzados [Amor Lésbico ]  [Novela Terminada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora