Parte 13

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Capítulo13

Sonia tenía la mente llena de recuerdos de su infancia. Habían sido buenos tiempos. Tiempos en los que había creído tener amigos, tiempos en los que no tenía más preocupación que jugar, escuchar rock e irse de paseo con a quienes ella consideraba la pandilla.

Pobre y tan ingenua al pensar que esas amistades perdurarían con el paso del tiempo. Al crecer, todos los chicos se habían ido del pueblo para encontrar mejores oportunidades y habían perdido todo el contacto. La única que se había quedado a su lado era Leticia. Todas las demás chicas habían hecho sus vidas, algunas de la forma en la que Sonia no aprobaba, y por eso también se había distanciado de ellas.

Selena, por ejemplo, era una alcohólica que había incendiado su casa.

Martín estaba en la cárcel por intento de secuestro.

Mayra, que había sido la más hermosa del pueblo, estaba casada y tenía cinco hijos, todos de padres diferentes.

Eliza tenía un Onlyfans y vendía su contenido por dinero.

—Ya vine —dijo Raquel, sentando al lado de ella. La hermana de Charlotte usaba un traje de baño amarillo, de una sola pieza reluciente. Su larga melena oscura caía sobre sus hombros y su figura se realzaba en cada curva perfectamente colocada sobre su anatomía bronceada.

Sonia le miró los pechos, y comprobó que, en efecto, eran más grandes que los de su hermanita. Casi se le estaban saliendo y, con un poco de imaginación, podía ver los pezones ocultos debajo de la tela.

—Míralas —Raquel dejó ir una exhalación y apuntó a su hermanita con la vista—. Tan felices y llenas de energía.

—Son tal para cual —observó Sonia.

—¿Será que están enamoradas?

—Creo que están empezando con el proceso. Se conocieron sin querer y según me ha dicho Leti, las dos tienen intenciones de formar algo serio. No están ligando sólo porque sí.

—Eso es muy responsable de su parte —admitió Raquel.

Charlotte y Leticia estaban en la piscina junto al restaurante, divirtiéndose con unos chicos que acababan de conocer. Eran unos universitarios locales que estaban emocionados por la idea de echar la pelota con unas mujeres tan atractivas como lo eran ellas. Si intentaban ligárselas, se llevarían una gran sorpresa.

—¿A ti te gustan las mujeres? —Preguntó Raquel a Sonia.

La mujer, que se había distraído mirando a las familias disfrutar del sol, casi se atraganto con su bebida y se puso muy roja de las mejillas.

—¿Qué?

—Bueno... es que eres amiga de Leticia y pareces muy pegada a ella... y no has dejado de mirarme las tetas.

—No las estoy viendo, por Dios —contestó Sonia, muy ofendida.

—¡Je! Calma —bromeó Raquel—. La verdad es que me intriga mucho esto del lesbianismo. Cuando Charlotte me dijo que le gustaban las chicas, yo pensé que no era más que una etapa. Y luego tuvo una novia, y otra, y otra más; y parece que no es sólo una etapa. Así es ella.

—Creo que el amor entre mujeres es muy bello. ¿Te cuesta aceptarlo?

—Un poco —admitió Raquel y miró a su hermanita en la piscina. Estaba sobre los hombros de uno de los chicos universitarios, y Leticia sobre los hombros de otro, más musculoso. Jugaban a ver quién tiraba a quién primero—. Bueno, supongo que le debo mi tolerancia. Ella aceptó lo que yo tenía con Oscar y se mantuvo calladita.

Destinos Cruzados [Amor Lésbico ]  [Novela Terminada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora