Parte 17

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Capítulo17

Charlotte no tenía hambre. De hecho, su estómago estaba revuelto por la ansiedad. La discusión con su Leticia la había dejado desanimada y ahora se enfrentaba a la perspectiva de viajar sola. No estaba segura de sí estaba tomando la decisión correcta, pero la vida parecía estar poniéndola a prueba de una forma que no le agradaba en absoluto.

—¿Te comerás esas papitas? —Preguntó Raquel, que estaba almorzando con ella en el restaurante del centro comercial.

—¿Eh? no, adelante. Tómalas.

—¿Qué tienes? —Raquel se hizo con el plato de papas a la francesa y las bañó en salsa de tómate. Tomó una y la masticó lentamente para disfrutar del sabor.

—Es por Leti.

—No has hablado con ella en una semana. ¿No crees que las dos están tomándose esto de una forma muy infantil? Digo... a ella no le gusta viajar y a ti sí; no es algo por lo que deban estar peleadas.

Charlotte se sintió un poco molesta al percibir que su hermana menospreciaba sus sentimientos, aunque una pequeña parte de ella empezaba a creer que Raquel tenía razón. No había cortado todo el contacto con Leticia, seguían escribiéndose de vez en cuando, preguntándose cómo estaban, si ya habían comido o si habían dormido bien. Sin embargo, no habían tenido oportunidad de verse desde la pequeña discusión que tuvieron en la boda. Parecía como si ese tonto viaje hubiera alterado la dinámica entre las dos, y Charlotte no estaba segura de cómo arreglar las cosas.

—De verdad quiero ir a Japón. La promoción de boletos termina hoy, y las vacaciones de Leti empiezan mañana —hizo una pausa mientras meditaba—. Sólo quiero irme de viaje con mi novia. ¿Qué tan malo es eso?

—No la puedes obligar a ir contigo.

—Tampoco ella puede pedirme que me quede a sentarme en su aburrido sofá a ver la tele ¿verdad?

—Eso es cierto —admitió Raquel. Mordió su hamburguesa con tocino extra y luego se limpió la boca con una servilleta—. Ve tú sola. No le veo lo malo.

—Podría ser. De hecho, es algo en lo que he estado pensando mucho. Hace meses que practico mi japones y sería bueno ponerlo a prueba. Además, tengo pendiente lo de tomar fotografías para publicar mi libro.

—Ahí lo tienes —sonrió Raquel, dispuesta a darle todo el apoyo a su hermanita—. Hazlo. Que Leticia no te apague el espíritu. Además, ella misma dijo que te fueras. Estará de acuerdo con esto.

Charlotte suspiró y se sintió triste e impotente. Le dolía la idea de no poder irse de viaje con Leticia, crear recuerdos juntas y empezar a llenar el álbum de fotos que ella le había regalado. Se sentía decepcionada y frustrada por las circunstancias que la habían separado de su pareja, y no podía evitar pensar en todo lo que estaban perdiéndose al no estar juntas.

—De acuerdo. ¿Sabes qué? Son tonterías —Charlotte sacó su teléfono y entró a internet.

—¿Qué haces?

—Comprar mi boleto, antes de que termine la promoción.

Aunque no era la primera vez que Charlotte viajaba sola, el hecho de hacerlo de esta manera hizo que se le subiera la adrenalina, como si dejar a Leticia fuera un mal presagio o como si estuviera haciendo algo malo con su vida. Eso era precisamente lo que ella no quería del amor: sentirse amarrada, sentirse encadenada a una persona y perder quién era ella en realidad.

—Listo —dijo en cuanto hizo la transacción—. Ya los tengo. Salgo el lunes, en la madrugada.

—Me avisas y yo te llevo al aeropuerto.

Destinos Cruzados [Amor Lésbico ]  [Novela Terminada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora