.｡..｡.♡✿ 𝓓𝓪𝔂 𝓐𝓷𝓭 𝓝𝓲𝓰𝓱𝓽 ✿♡.｡..｡. ~ Madara Uchiha y tú

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Cómo era de esperarse, después de terminar el baño Madara volvió a su despacho dejándome sola en la habitación, y por supuesto que yo no me quedaría aquí sola, me puse mi pijama y me fui hasta el despacho de Madara quien estaba acomodando unos papeles, pero en cuanto me miró sólo negó con la cabeza, ¿Acaso no me esperabas aquí? Pues te diré que me quedaré aquí hasta que me hagas caso maldito, sí o sí dejarás esas hojas del demonio para hacerme caso sólo a mí.

Me acerqué a dónde estaba Madara y me senté en sus piernas pensando que así me prestaría atención pero no, siguió mirando hoja por hoja para acomodarlas, yo hice una mueca mirando las hojas que tanto problema me estaban dando. Me moví un poco para acomodarme, más mi intención no era provocar a Madara porque ni siquiera pensé en eso, pero al parecer lo logré porque colocó una mano sobre mi cintura apretándola un poco y susurrándome en el oído que me calmara porque aún estaba trabajando, ¿Así que no te gusta que haga esto? Pues lo haré hasta que dejes las hojas

—Te lo advierto —volvió a susurrar sobre mi oído

—Pero no estoy haciendo nada

Sabía que Madara no me creería eso de “no estoy haciendo nada” pero no me importa si me creé o no, después veré las consecuencias de mis actos y la verdad no me importaría, pero creo que está vez será algo extremo porque me está mirando casi matandome con la mirada, que quizás este queriendo darme miedo pero lo único que me da es gracia porque sé que no puede molestarse tanto conmigo, por lo que sólo sonreí dándome la vuelta quedando de frente con él tomándolo de las mejillas para depositar un beso en sus labios y sonreír mostrando mis dientes, él rodó los ojos sonriendo acariciando mi mejilla

—Nena, sé que necesitas mi atención, pero entiende que esto es realmente importante, estoy por terminar y si me estás distrayendo aquí terminaré muy tarde ¿Quieres mi atención? —asentí —Entonces déjame terminar por favor, y te prometo que te lo voy a recompensar —me guiñó el ojo

Hice un leve puchero para después levantarme de sus piernas y sentarme en el suelo para verlo, él negó con la cabeza volviendo a lo que estaba haciendo antes, si dice que ya está terminando entonces no le importara que juegue un poco aquí, y sí, tenía algo en mente para que termine más rápido y mandé de una vez por todas ese trabajo a la mierda. Me acosté en el suelo boca abajo levantando un poco mi trasero para que Madara pudiera mirarlo, y pude mirar de reojo que estaba mirándome pero quizás se estaba reusando a hacerme caso, por lo que esto no era suficiente, y opté por quitarme mi camisa dejando así mis pechos al descubierto

Claro que aún no me daba la vuelta para que Madara los viera, sólo me quedé boca abajo tomando un lapicero que había encontrado tirado y una brillante idea se me ocurrió. Me di la vuelta haciendo que está vez Madara me mirara, baje mi short y mi braga abriéndome un poco de piernas, Madara negó con la cabeza moviendo más rápido sus manos buscando las hojas correspondientes y yo aún con mi plan malévolo chupe el lapicero comenzando a soltar unos jadeos mientras que mi otra mano la llevaba hasta mi intimidad colocando mi dedo índice sobre mi clítoris el cual moví en círculos rápidamente

—¡Espero que te estés divirtiendo porque ya terminé! Y ahora viene tu castigo porque te dije que te comportaras y me has desobedecido —dijo Madara levantándose de su asiento

—Sí Daddy, castigame —mordí mi labio poniéndome frente a él incada quitándole su pantalón

Él no me detuvo y dejo que le quitará su pantalón y su boxer, que en cuanto me dejaron ver su miembro erecto, lo tome para meterlo a mi boca y chuparlo como lo estaba haciendo con el lapicero el cual quedó abandonado tirado más lejos de donde estaba antes, quizás ya no vuelva a saber de él, pero me ayudó a que Madara al fin me hiciera caso.