𝑬𝒙𝒕𝒓𝒂

243 27 6
                                    

.。..。.♡✿ 𝑬𝒙𝒕𝒓𝒂 ✿♡.。..。.




| • ° † Dᴀʏ ᴀɴᴅ ɴɪɢʜᴛ † ° • |




Desde que me casé con Madara todo en mi vida había sido estupendo, claro que hubo algunos problemas antes de casarnos por su trabajo o por algunas mujeres que lo querían, pero a pesar de todo eso supimos como vencerlo y seguir juntos, ahora que llevamos casi dos años casados los problemas han parado y nuestras vidas son geniales, en especial cuando llegó nuestro pequeño Siu habíamos estado más unidos y admito que me gustaba como era Madara con nuestro pequeño pues a pesar de que lo consentía mucho el pequeño quería demasiado a su papá.

No sólo por los regalos que le daba, sino porque sin importar que llegara a la casa cansado se ponía a jugar con él hasta que los dos caían rendidos en el sofá o en el suelo de la habitación de Siu dormidos, a veces quisiera que Madara pudiera llegar más temprano a la casa para que pudieran jugar con más energía, pero lamentablemente su empresa no se lo permitía. Hoy Siu había estado algo inquieto y no tenía idea del porque, Madara no me respondía los mensajes y me estaba preocupando, pensé en llevarlo yo sola al hospital para ver qué le pasaba pero antes de que eso pasara, Madara al fin llegó.

—¿Qué pasó? ¿Por qué me mandaste un mensaje diciendo que Siu estaba inquieto?

—Es que se la ha pasado llorando casi todo el día y he intentado de todo pero no para de llorar, Madara me estoy preocupando.

—Ay mujer. —lo tomó en brazos —A ver, déjamelo a mí.

Se dirigió a la cocina en busca de su fórmula para dársela, Siu como si nada la tomó dejándome a mí como una idiota, Madara me miró alzando una ceja y con eso concluí que a mí, mi propio hijo me odia.

—Ya está, Siu me odia. —me cruce de brazos sentándome en el sofá

—Jajaja no te odia amor. —se sentó a mi lado —Es sólo que me extraña, y como no, ¿Quién no extrañaría a un papu como yo?

—Yo no lo hice. —me hice la molesta

—Ay por favor admite que me extrañaste, además de que extrañas como te toco. —susurró lo último en mi oído —Extrañas como te lo meto y te doy tan fuerte como te gusta, gatita. —mordió el lóbulo de mi oreja

—N... No es así, yo no extraño eso. —dije sintiendo mi cara muy caliente

—¿Entonces por qué te sonrojas? Te apuesto a que tus bragas ahorita están mojadas después de recordar cómo te doy toda la noche.

Demonios a quien quiero engañar, sí estaba extrañando el como me penetra tan fuerte que al otro día me deja sin caminar, extraño como pasa sus manos sobre mi cuerpo, apretando mis pechos o metiendo sus dedos en mí hasta el fondo, demonios como estoy deseando que eso pase pero no puedo hacerlo, Siu estaba aquí con nosotros y no podíamos hacerlo ahora, si Madara se aleja de él podría llorar y ya no tendríamos tiempo ni para nosotros dos, lo menos que puedo hacer es aguantarme o quitarme las ganas con un gran baño de agua fría para que baje la temperatura.

—Anda, espérame en la habitación, ahorita voy. —se levantó del sofá para dirigirse a la segunda planta

Yo algo extrañada pero como siempre tan obediente con Madara, me dirigí a nuestra habitación, me senté en la cama sin saber que era lo que quería Madara, aunque estoy casi segura de lo que realmente quiere pero ¿Acaso se ha vuelto loco?, Yo no pienso hacerlo sabiendo que el bebé está en la otra habitación y que yo no soy para nada silenciosa, además de que ahora que está dormido no quiero despertarlo, estuve todo el jodido día tratando de hacerlo callar y ahora que tengo el privilegio de que se ha dormido, yo también aprovecharé para dormir.

Madara llegó después de unos minutos cuando me estaba por terminar de poner mi pijama, él al verme negó con la cabeza acercándose a mí después de cerrar la puerta con seguro, me tomo de la cintura para pegarme a él y besar un poco mis labios, dirigió su nariz a mi cuello para olfatearlo un poco mientras susurraba un “te deseo”.

—Oye, Siu está dormido y podría despertar.

—Por eso hay que ser rápidos. —lamió mi cuello

—Pero... —me interrumpió

—Oh vamos amor, tú y yo sabemos bien que lo necesitamos, no me hagas esto, te necesito como no tienes idea, por favor. —dijo algo desesperado

A quien quiero engañar, yo también estaba algo necesitada por lo que sin pensarlo dos veces pasé mis manos alrededor de su cuello para acercarlo a mí y poder besarlo, él me correspondio tirándome a la cama para quitarse su ropa, yo lo imité quitándome mi pijama quedándome sólo en bragas ya que Madara no me permitió quitarme mis bragas por ponerse encima mío para seguir besando mis labios los cuales parecía que los quería devorar pues se veía tan desesperado que ni siquiera podía seguirle el ritmo, su lengua jugando con la mía mientras que sus manos recorrían mi cuerpo dejándome peor que fruta de mercado.

Su miembro lo rozaba con mi intimidad dejándome sentir lo duro que estaba y para poder escuchar al menos un pequeño jadeo suyo, llevé mi mano derecha a su miembro para que pudiera ponerse un poco más duro, él mordió mi labio soltando un pequeño jadeo que me hizo meter mi mano sobre su boxer para tocar mejor su miembro y así mover mi mano de arriba para abajo, él soltando un gemido bajó sus boxers para incorporarse un poco y hacerme meterme su miembro a mi boca, yo gustosa lo chupe y lami, además de que lo mordí un poco de la punta.

Él se movía simulando embestidas tomándome del pelo, jadeaba susurrando mi nombre una y otra vez, más no duró mucho así ya que estaba a nada de llegar a su orgasmo. Me volvió acostar en la cama abriéndome de piernas, entró en mí embistiendo me con fuerza, mis manos las coloqué sobre su espalda en la cual le enterré un poco las uñas, soltando varios gemidos cerca de su oído, él mordía y lamía mi cuello a su gusto mientras que sus manos las pasaba por mis piernas y pechos, siguiendo con sus embestidas algo rudas que debido a ello termine corriéndome enseguida.

Él se corrió después y agotado se acostó a mi lado quizás dispuesto a dormir por estar cansado, pero no pasó mucho tiempo cuando Siu comenzó a llorar, Madara antes de que yo pudiera ir a verlo, se levantó de la cama para dirigirse hasta la habitación de Siu. Escucharlo hablando con el bebé me hizo sonreír y soltar una pequeña risita cuando le comenzó a cantar una canción de cuna, estaba tan perdida en su voz que no me di cuenta de cuando me quedé dormida, sólo cuando desperté encontré a Madara a un lado mío ya dormido, yo sonriente y feliz por tener un buen marido como él, me acurruque sobre su pecho escuchando los latidos de su corazón.

Y más feliz que antes me volví a quedar dormida sobre su pecho pensando en que definitivamente amaba demasiado a Madara y que está vida es la que sin duda un día yo, deseé.




|•° 𝐅𝐢𝐧 °•|

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 21, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

.。..。.♡✿ 𝓓𝓪𝔂 𝓐𝓷𝓭 𝓝𝓲𝓰𝓱𝓽  ✿♡.。..。. ~ Madara Uchiha y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora