Fucked up Family: Red Queen

Casandra

Casandra

Estacionaron en el parqueo del hospital. Desde esa distancia podían respirar el olor a desinfectante y químicos mezclados tan característicos de los hospitales, en el mejor de los casos. En el peor la mezcla contendría olores de fluidos biológicos como sangre, orina, secreciones he incluso de enfermedades infecciosas.

Casandra había estado sometida a cada uno de esos olores, además de los de un cuerpo en descomposición, este último siéndole el más familiar. Fue a partir de los 15 años que su madre la empezó a llevar a la morgue por insistencia de la misma Casandra. Por más que Brennan se negó en sus inicios no pudo pararla, hasta el punto que la primera vez que piso una morgue fue porque siguió a Brennan hasta el, lo cual le propició un gran regaño y su primera clase de anatomía del cuerpo humano.

Todavía recordaba el impacto del olor, la aturdió y apenas pudo resistir dos horas sin vomitar. Ese día Brennan no abrió el cuerpo, parecía mas concentrada en la clase de anatomía improvisada y preocupada de que Casandra no se desmayara. Supuso que había empezado por la parte más difícil al someterse a una autopsia, es como correr sin haber aprendido a gatear, pero en ese momento necesitaba salir de ese vacío en el que se encontraba. Su estado inestable no fue impedimento para que siguiera yendo a ese lugar, donde recibió las primeras clases de lo que sería su profesión en un futuro y por partida doble.

Paso tanto tiempo en esa morgue que se convirtió en su única visitante. No se sorprendió cuando Brennan se la regalo por su cumpleaños número 23, pero si fue agradable saber que oficialmente era suya, por muy ilegal que fuera.

Al contrario de ella sus hermanas no soportaban estar en la morgue, ni siquiera en los hospitales. Las entendía, para muchas personas no les es agradable estar en lugares plagados de enfermedades, muerte y tristeza. Además, no les era fácil estar en un lugar que les recordaba a sus pasados. Lo mismo fue para Casandra con la casa de su padre, por fortuna Brennan se había encargado de venderla y le saco el doble del precio que en realidad valía, es lo que pasaba cuando el nombre y el prestigio valen mas que la propiedad.

Al estar casi a punto de entrar puso su celular en silencio, tenían que ser lo más discretos posible en un hospital plagado de cámaras.

- Mantente cerca de mí a partir de ahora. Somos colaboradores vamos a discutir parte de los resultados del doctorado. Resultados que olvidé en mi consulta – Se reacomodaba la bata revisando que no tuviera ninguna mancha – Concretamente en mi laptop que casualmente olvidé en la consulta ayer –

- Casualmente – dijo Casandra sin creerle la inocencia fingida con la que lo dijo – Necesitabas una excusa para venir hoy, de lo contrario no la hubieras olvidado ''casualmente ''. –

- Esa es la justificación que le diremos al personal si pregunta, que con suerte nadie lo hará con la cara de odio que traes – sonrió satisfecho cuando comprobó su afirmación – Si, definitivamente nadie se nos acercará –

- No tengo cara de odio – murmuró haciendo un mohín, a pesar de que sabía que era verdad

- No sé cómo pasas desapercibida eres muy obvia. Bueno en realidad si lo sé – cayó por unos segundos

- Si lo que quieres es darle efecto dramático ya tengo los pezones duros por la intriga –

- Dejas que el resto de la sociedad piense que eres una hija mimada de mamá, pesada y engreída –

Casandra resopló y supuso que si antes tenía lo que Nathan consideraba ''cara de odio ''' ahora debería tener el siguiente nivel.

- Si lo que quieres es ganarte mi confianza y que te siga ayudando, insultarme no es la mejor manera para ganártelo-