capítulo O4

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Wang Lin 11 años

— Muy bien Lin, solo compraremos lo justo y necesario ¿entendiste? — exclamó la madre agarrando el carrito de las comprar mientras Wang asentía con la cabeza, aunque la mayor sabía que su hijo no estaba prestando atención a sus palabras, a lo que dejó escapar un suspiro y rezo para que esta vez su límite no rebasara más que la última vez.

— Mira mamá, son los que pasan en la televisión — comentó el menor tomando una caja de cereales.

— Escucha Lin, si te llevas eso, no podrás llevarte nada más, así que; piensa bien que vas a elegir — mencionó su madre mientras miraba la lista de compras.

Wang analizo la caja por unos segundos para luego devolverla a su lugar.

"Voy a pensarlo mejor " se dijo a sí mismo el pequeño, ayudando a su madre a empujar el carrito, y así llegando a la zona de refrigerios.

. . .

Mientras los minutos pasaban y Lin se veía tentado con cada cosas que veía, término por no cargar nada, ya que estaba indeciso, pero cuando vio que su madre se ponía en la fila para pagar, Wang miro a la mayor intranquilo.

— Pero aun no he llevado nada — confesó mientras apretaba sus dedos nervioso, y miraba algo triste a la contraria.

— Entonces ve y busca algo — alentó su madre de forma amistosa, a lo que Lin sonrió alegre y corrió hacia lo primero que había visto; Los cereales.

Una vez llego al pasillo donde se encontraba dicho producto lo tomó de prisa, volteando para volver, pero tal acción causo que sus ojos terminaran encontrándose con alguien en específico.

Se veía desaliñado como siempre, con su cabello cubriendo gran parte su rostro, con la camisa algo arrugada y los típicos pantalones anchos y holgados, mientras que llevaba una sandalias amarillas que llamaban mucho la atención, pero lo que más sorprendió a Lin fue que se estaba llevando los mismo cereales que él, causando que sus ojos brillaran de alegría.

— ¡¿También vio el anuncio?! — preguntó ilusionado, ocasionando que el mayor mirara a los lados sin saber a quien le hablaba.

— ¿Qué cosa? — pregunto intentando entender a que se refería aquel niño.

— El anuncio del cereal — mencionó — Dicen que dentro de las cajas está escondida una figura especial de Doraemon — añadió sonriendo emocionado, a la vez que apretaba la caja contra su pecho — ¿Qué hará si le toca? — curioseo viendo como el mayor no hacia nada mas que mirarlo.

— Pues... no se — respondió sin interés.

— Entonces, si le llega a tocar ¿me lo daría, por favor? — cuestionó esperanzado, a lo que el desconocido sonrió para luego asentir con la cabeza — ¿En serio? — expresó sorprendido, obteniendo otra afirmación de parte del contrario, haciendo feliz al niño — Mi nombre Wang Lin — se presentó amablemente — ¿Cuál es el suyo? — y aunque el mayor dudo en decirlo, al final terminó por hacerlo.

— Soy Zhao Mao.

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