Wang Lin 14 años
— Mierda — balbuceo Wang refregando su ropa interior, la cual se encontraba empapada con jabón y agua, y es que hace cinco minutos Lin se encontraba acostado en la cama teniendo su quinto sueño húmedo, y este suceso tenía cara y nombre — Maldito Mao — maldijo recordando todo lo que había experimentado con el treintañero de su vecino.
Luego de lo que pasó por primera vez hace un año, el Sr,Zhao y Lin comenzaron a tener más intimidades entre ellos, y aunque Zhao se disculpó e intento arreglar las cosas, Wang no lo quiso así, ya que quería conocer más de ese mundo, lo que provocó que la mente hormonal de Lin cometiera varias temas dañinos, como el hecho de haber manipulado a Mao para que siguiera teniendo ese tipo de contacto físico con él, o mintiéndole a su madre del porque pasaba tanto tiempo fuera de casa, junto con otros asuntos más.
Ahora Wang debía lidiar con las consecuencias y esas eran las hormonas que de apoco iban en aumento. Además de los repentinos sueños que casi no lo dejaban dormir de noche, haciéndolo despertar agitado y sudoroso.
— Tal vez esto es el karma — murmuró apretando los dientes a la vez que miraba el reloj de la pared que marcaba las 5am, cosa que lo ponía de malhumor dado que en dos horas tendría que ir a clases, y no sabía si iba a poder reconciliar el sueño, así que -soltando un suspiro frustrado- intento calmarse y seguir con lo suyo.
. . .
Al cabo de dos horas la alarma sonó, haciendo eco en toda la habitación, y provocando que el irritado y cansado Lin dejará escapar un bufido, ya que, lo que no quería que pasara, paso. Por lo tanto, con furia y pereza, se levantó de la cama para caminar hacia el armario y escoger que iba a ponerse el día de hoy, dado que -con su malhumor- no quería ducharse. Pero en el momento en que salió del cuarto se percató de que había un gran silencio en el departamento, lo que le hizo darse cuenta de que su madre no se encontraba en aquel lugar, por lo tanto, volvió a cerrar la puerta y se metió a la cama.
"Hoy no voy a ir a la escuela" pensó cubriéndose con las sábanas, y aunque intentó de nuevo varias veces dormir, no hubo caso, así que se dispuso a mirar el techo como último recurso, pero una imagen erótica de Mao vino de repente a su cabeza, haciendo que su cuerpo se estremeciera y sus latidos se aceleraran, y aunque intento no caer en la tentación, terminó por cerrar los ojos e imaginar cómo se vería Zhao vestido como secretaria, provocando que esto tuviera una reacción en su entrepierna.
— Zhao Mao, me estas volviendo loco — susurro ocultando su rostro en la almohada.
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Beldad
RandomTodo aquel que viera a un niño como Wang entrar a un lugar como aquel deplorable departamento se preocuparían. "¿No es peligroso?" "¿Deberíamos hacer algo?" "¿Y si le sucede algo?" "¿Debemos detenerlo?" "¿Dónde están sus padres?" "¿Llamamos a la po...